CiU-ERC buscan un acuerdo al límite para pactar la pregunta y salvar el «proceso»

Todo en el aire, al borde del "ridículo histórico" que pronosticaba Josep Duran (UDC). La falta de acuerdo entre los partidos que impulsan el proceso soberanista para consensuar la pregunta que debería someterse a consulta amenaza con poner el proceso en vía muerta, e incluso hacer descarrilar al propio gobierno catalán. A final de año vence el plazo que se dieron CiU y ERC para factar fecha y pregunta, algo que a estas altura parece más que difícil. En paralelo, la próxima semana se celebra el pleno en el Parlamento catalán que debe acordar la fórmula legal con la que se pedirá al Gobierno la autorización para hacer la consulta , (sobre lo que tampoco hay acuerdo); a la vez, la cámara catalana debería aprobar los Prespuestos y la ley de Acompañamiento de la Generalitat para el próximo año, en principio gracias al acuerdo con ERC.

Así las cosas, la política catalana se encamina hacia un fin de año crítico, donde CiU y ERC deberán adoptar decisiones claves . Por un lado, el partido que lidera Oriol Junqueras tendrá que elegir entre aceptar una pregunta que no inquiera directamente por la independencia (como prefieren ICV y el sector más moderado de CiU), o forzar la caída del ejecutivo de Artur Mas , empezando por la no aprobación de las cuentas o la ley de Acompañamiento para el próximo año, lo que sería un cataclismo en toda regla.

Por su parte, el propio presidente de la Generalitat, que se ha puesto directamente al frente de las negociaciones, afronta días trascendentes, entre la posibilidad de dar satisfacción y ligar su suerte de manera definitiva a la de Junqueras, u optar por un término medio (la pregunta inclusiva que piden ICV y Duran).

Por lo pronto, Mas, que mantiene una relación más que fluida con Junqueras, ya sabe de antemano que sus socios están dispuestos a jugar la carta de la movilización popular . Sin que haya atisbos de que la situación pueda desbloquearse en los próximos días, otra opción posible pasaría por retrasar el acuerdo, incumpliendo el pacto de legislatura, una opción que permitiría a Mas ganar tiempo, ver aprobados los presupuestos, y a Junqueras intentar madurar, entrado 2014, una fórmula de consulta que contente a sus bases. Por lo pronto, Francesc Homs, portavoz de la Generalitat, mantenía este mediodía un mutismo absoluto sobre las negociaciones, y aseguraba, pese a las amenazas de ERC, que "no hay nada que haga pensar" que las cuentas no salgan adelante la próxima semana.