Mas acusa al Estado de unilateralidad por decidir sobre Cataluña sin voluntad de acuerdo

Ha asegurado que el hilo conductor del catalanismo en los últimos 100 años ha sido tener autogobierno dentro de España, y que este Estado fuese «comprensivo, colaborador y respetuoso» con Cataluña. Pero cree que este modelo ya no vale y ha reiterado que la solución pasa por que el pueblo vote: «Después de más de 100 años de haber intentado absolutamente todo, esta vez la decisión la debe tomar el pueblo de Cataluña» mediante una consulta.

Ha definido el proceso soberanista como una gran fuerza de transformación que genera consenso e ilusión a la sociedad, y cree que estas ansias soberanistas «cada vez cogen más fuerza, visibilidad, transversalidad y pluralidad , y hay más claridad de que estos objetivos son posibles». «Es el motor de cambio, lo que es capaz de mover a más gente y crear marcos de esperanza y horizontes», como considera que se reflejó en la manifestación de julio de 2010 contra el recorte del Estatuto, en la Diada de 2012 y en la de este año.

Financiación incumplida

«En Madrid se toman decisiones claves y definitivas»Ha cargado contra el Gobierno central, pues subidas de impuestos como el IVA no han repercutido en las arcas de la Generalitat, y ha lamentado que se haya incumplido la financiación autonómica acordada en 2009. Según él, durante estos años de crisis económica, ha quedado claro que «en Madrid se toman decisiones claves y definitivas» a nivel financiero, y por eso ve fundamental que Cataluña sea un Estado, para evitar que otros tomen decisiones injustas.

«Nos faltan los instrumentos que tienen los Estados», ha destacado Mas, que ha cargado contra el Gobierno central por fijar unilateralmente el déficit que deben hacer las autonomías, y que será del 1% en 2014, lo que implicará una nueva reducción del presupuesto de la Generalitat en más de 1.000 millones.

«Niebla espesa»

En cuanto a las perspectivas económicas a corto plazo, ha asegurado que en algunos índices se auguran indicios de recuperación, pero ha asegurado que el Gobierno catalán opta por la prudencia y rechaza lanzar un mensaje de optimismo. «De vez en cuando vemos algunos rayos de luz, y nos preguntamos si son el final de la niebla espesa, que seguirá siendo niebla, pero menos espesa», ha dicho el presidente catalán, que ha dejado claro que él, a diferencia de otros políticos, no dirá que hay brotes verdes sin fundamentos que así lo demuestren.