Netanyahu se muestra inflexible ante la crítica de Berlín por los colonos

«Sobre el asunto de las colonias –la construcción de tres mil viviendas en Jerusalén Este y en Cisjordania–, estamos de acuerdo en decir que no estamos de acuerdo». Lo ha dicho la canciller democristiana alemana Angela Merkel mirando con una sonrisa al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu quien se encuentra de visita en un Berlín cubierto de nieve.

Este es el segundo impasse germano-israelí, luego de la abstención alemana en la votación de la Asamblea General de la ONU por la que Palestina quedó admitida como «observador» y que Netanyahu calificó como una «decepción» .

A pesar de todo, las declaraciones de los jefes de Gobierno han demostrado amistad: Alemania es el aliado más poderoso que Israel tiene Europa y Netanyahu reconoció que la expansión de las colonias ha provocado «frustración» en Europa y un claro disenso con Alemania, pero no hay que olvidar, añadió, que la paz en Oriente Medio no se conseguirá «ni en la ONU ni en Europa», sino por la vía de unas negociaciones directas que, dijo, Israel está dispuesto a abrir «sin condiciones».

Merkel insistió en que el derecho a defenderse de Israel es una «razón de Estado» para Alemania, derivada de la responsabilidad histórica tras la Shoa y reiteró su condena a los ataques de Hamás desde Gaza.