padres e hijos
Esto es lo que debería hacer David Beckham para quitarle el chupete a su hija
El exfutbolista reabre el debate sobre el uso del chupete entre los más pequeños
La última polémica en redes la protagoniza David Beckham al responder a las críticas que ha recibido en The Daily Mirror —que le tildan de mal padre — porque su hija Harper, de 4 años, aún siga usando el chupete . Esta, es una cuestión que trae más de un quebradero de cabeza a todos aquellos que tienen niños pequeños.
El chupete , bajo recomendación médica, se comienza a usar una vez la lactancia materna está consolidada. Esto es a partir de las 2-3 primeras semanas de vida , aunque tal y como matiza Cristóbal Coronel —médico de Atención Primaria en Sevilla— «esto no es una ciencia exacta , y también depende de cada niño. Lo importante es que no interfiera con la estimulación del pezón de la madre para no cortar la lactancia».
Entre sus beneficios se encuentra, en primer lugar, que favorece el desarrollo de la musculatura de la boca del bebé y, en segundo, que evita el síndrome de la muerte súbita del lactante —esto es la muerte repentina de un niño menor de 1 año—.
El chupete se mantiene durante los primeros años de vida pero se recomienda que, como máximo, s u uso se mantenga hasta los 2 años vid a. Esto es así porque alrededor de los dos años comienzan a salir los caninos y la dentadura comienza a desarrollarse.
Los 2 años, una edad clave
A partir de los 20-36 meses , el progresivo desarrollo de la dentadura coincide con la salida de los molares y, en este momento, la función del chupete deja de ser útil . No sirve para calmar el dolor y además genera un problema . «La succión del chupete hace que se produzca tracción en la boca que hace los dientes se muevan hacia delante . También puede hacer que, de forma inconsciente, los niños se acostumbren a respirar por la boca », explica Coronel.
A largo plazo, no abandonar el chupete a una edad adecuada puede llegar a causar : problemas en la mordida (como la mordida cruzada, por ejemplo), fomenta hábitos bucodentales que pueden acabar en problemas de caries —apunta Coronel que muchas veces el chupete se endulza y hace que la boca de los pequeños no esté limpia—, diastema o lo que comunmente se conoce como la separación entre dientes y un babeo excesivo que puede causar otro tipo de dolencias como los hongos, boqueras o irritación peribucal (entre otras).
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