Mas también admite que no hay una «mayoría suficientemente sólida» para la independencia catalana

Después de que en los últimos días voces soberanistas hayan reconocido que el Govern no estaba preparado para hacer efectiva la independencia, Mas ha opinado que este enfoque está «equivocado», ya que « ningún país está del todo preparado para funcionar como un país independiente hasta que comienza a funcionar» como tal.

En un desayuno-coloquio organizado por Nueva Economía Fórum, Mas ha subrayado que la cuestión «principal» es si los soberanistas son ya «suficiente mayoría para tirar adelante» y están en disposición de «controlar bien los tiempos de un proceso de esta complejidad».

Mas ha señalado que la mayoría en favor de la independencia «debe ser claramente reforzada», porque de lo contrario falta «fuerza» para hacerla efectiva.

Y en Cataluña, pese a que el independentismo «ha ido creciendo mucho» en los últimos tiempos, aún se sitúa aproximadamente «en la frontera de la mitad de la población catalana» , algo por encima o por debajo del 50%.

Además, el expresidente de la Generalitat ha reprochado a ERC que haya dejado «solo» a Carles Puigdemont ante el 21-D. El expresident es «claramente partidario de que, mientras dure este pulso» con el Estado, el soberanismo opte por la «unión de fuerzas, la actuación conjunta, la cooperación y la no competencia».

Mas ha reconocido que esto «desdibuja los perfiles ideológicos de los partidos», pero ha subrayado que es una estrategia temporal, que «no puede durar siempre» sino sólo mientras no se resuelva el proceso soberanista.

Después de que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, afirmara ayer en una carta a la militancia que, pese a encabezar una lista propia para el 21D, su «candidato también es el presidente legítimo, Carles Puigdemont», Mas le ha lanzado un reproche, sin citarlo explícitamente.

Si se quiere que Puigdemont sea el presidente de la Generalitat «restituido» y se quiere «subrayar su legitimidad», ha recalcado Mas, «no se le puede dejar solo». «Pero la política es la política», ha constatado el presidente del PDeCAT en tono resignado.