Codazos entre IU y Podemos para hacerse la foto con la populista Syriza en Grecia

Izquierda Unida vive su propio drama. Según la encuesta de GAD3 para ABC, en el escenario político español se está produciendo un proceso de fagocitosis: dicho en román paladino, Podemos se está tragando a Izquierda Unida, que prácticamente quedaría reducido a la mínima expresión en el Congreso, con dos diputados, de los 11 que tiene ahora mismo la Izquierda Plural. Así las cosas, su estrategia está siendo intenta imitar a Podemos, en su discurso, en sus gestos... y en sus amistades.

Así que su actual coordinador general, Cayo Lara, tomó ayer un avión y voló a Atenas rápidamente, antes de que acabe la campaña electoral griega. En concreto, se desplazó a la ciudad de Patras para apoyar al líder de Syriza, Alexis Tsipras, en uno de sus últimos mítines ante las elecciones del próximo domingo.

«El fin del sufrimiento en Europa puede empezar en Grecia con el cambio de Gobierno, y con la llegada de Syriza al Gobierno", analizó Lara, que en España ha sido empujado como portavoz de su grupo por Alberto Garzón, la nueva cara de IU dentro y fuera del Congreso. «Grecia va a ser un buen punto de partida para empezar a cambiar las políticas en la Unión Europea».

En realidad, a Cayo Lara no le conoce nadie en Grecia, salvo algún que otro iniciado. Todo lo contrario que Pablo Iglesias. El líder de Podemos es un personaje conocido por los griegos. La semana pasada, durante la visita de Mariano Rajoy a Atenas para reunirse con el primer ministro, Antonis Samarás , Iglesias compartió portada junto a los dos mandatarios. Aparecía, eso sí, como amigo fiel de Tsipras, el jefe de la populista Syriza.

Iglesias viajará hoy a Atenas para apoyar «la candidatura del cambio», que a su juicio representa su amigo Tsipras, candidato de Syriza, en las elecciones del domingo.

En España, mientras, se analiza si la posible victoria de Syriza en Grecia este día 25 de enero tendrá un efecto contagio en España, y ayudará más a Podemos en su carrera electoral en un año clave para nuestro país. El presidente Rajoy ha negado el efecto contagio y ha defendido que cada país tiene sus particularidades. Desde Moncloa algunos sí opinan que una victoria de Syriza puede servir para comprobar los efectos que tiene la presencia de un partido populista y de ultraizquierda en el poder.