Una semana de batallas en Castellar (Jaén) tras una pelea entre varias familias
Lo que comenzó con una riña de niños acabó con tres vehículos y una casa destrozada. Las familias se fueron temporalmente del pueblo, pero al volver continúa la polémica con el resto del habitantes
El pasado lunes 18 daba comienzo un conflicto que, todavía hoy, está lejos de solucionarse, entre varias familias de Castellar (Jaén). Una riña entre vecinos desembocó en un enfrentamiento con numerosos daños materiales, tres imputados y vecinos con miedo de más represalias.
Todo comenzó con unos insultos por parte de un grupo de chicas jóvenes a un menor con discapacidad. Su madre, que lo oyó todo, les dijo que lo dejaran en paz, por lo que acudió un hermano mayor de una de ellas. Más tarde fueron los miembros de dos familias de etnia gitana y amigos los que se acercaron hasta el domicilio familiar, destrozando tres de sus coches y los objetos de la casa que encontraban a su paso. Dentro de los vehículos aún se ven los restos de lo que portaban como armas: piedras, palos y hasta cuchillos. Poco más tarde, la familia interpuso una denuncia ante la Guardia Civil, y desde entonces, viven «con el miedo en el cuerpo».
El pueblo no se quedó de brazos cruzados. Pronto, corrió como la pólvora un mensaje entre los usuarios de WhatsApp: «(...) el clan de los Jesús y de los Tetes volvieron a actuar rompiendo los tres coches de la familia de Juan Ramón, El perdigón. (...) haremos una quedada para echarlos del pueblo. (...) Se metieron en su casa y si no saca un motosierra los matan, le pegaron hasta a su niño».
Entre 200 y 300 personas participaron en ella para pedir «fundamentalmente que se mejore la convivencia», según comunicó el edil José Antonio López, quien apuntó también que no se produjeron altercados, algo que confirmaron desde la Guardia Civil, que reforzó la presencia de agentes.
López señaló el pasado miércoles, además, que la situación se había calmado tras el abandono de las dos familias de Castellar, señalando que «no se ha desalojado a nadie» y que sus miembros decidieron «libre y voluntariamente marcharse». Pero una de las familias volvió al municipio el sábado, por lo que la Guardia Civil reforzó su presencia enviando hasta Castellar a un total de 21 efectivos antidisturbios.
En la tarde del viernes se mantuvo una reunión en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Castellar, gobernado por Gabriel González Villanueva (PP), con representación de ambas familias implicadas, además de la presencia de Servicios Sociales. En el marco de la reunión, el Consistorio intentó «mediar» entre las partes, ya que la familia que ha vuelto aseguraba que «no tiene a dónde ir», y la familia que supuestamente fue agredida señalaba que se sienten «incómodos» con su presencia en el municipio, por lo que «no quieren que estén allí».
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