La «espiral inquisitiva» del auto de Castro

De este modo, critica Horrach que el juez instructor del «caso Nóos», José Castro, considere en su auto de imputación que existen indicios de que la Infanta podía tener conocimiento de las supuestas irregularidades fiscales cometidas por su marido, Iñaki Urdangarín. «Que ambos sean cónyuges y copartícipes de una entidad mercantil no genera un trasvase de responsabilidad penal», añade el fiscal. Según Horrach, tampoco es sostenible que Doña Cristina incurriera en un supuesto delito de blanqueo, que exige, entre otros requisitos, «el conocimiento del origen ilícito de los bienes».

El fiscal afirma que no ha encontrado caso alguno, «tras consultar criterios jurisprudenciales», en el que se impute un delito contra la Hacienda Pública por cooperación necesaria en el fraude fiscal en el IRPF de un cónyuge, «por el simple hecho de compartir participaciones sociales de una mercantil». Horrach tampoco ha encontrado ningún caso «de imputación por blanqueo de capitales por el hecho de realizar gastos personales con cargo a la mercantil en la que participa en condición de socio y cónyuge». A continuación, el Ministerio Público hace referencia a varias sentencias que avalarían su postura en este punto.

Por último, Horrach señala en su escrito que «ser simultáneamente juez y parte desemboca ineludiblemente en falta de imparcialidad y objetividad en la valoración de los hechos sometidos a debate». En este sentido, el «esquema procesal actual en materia de garantías, anacrónico y contagiado por recelos hacia instituciones jerarquizadas , conduce a la pérdida de la necesaria e imprescindible equidistancia o alejamiento del instructor».

Por todo ello, «se hace necesario delimitar el alcance del ámbito investigador del instructor» en aquellos casos en que las partes acusadoras «no sostienen la acción investigadora por la inexistencia de indicios incriminatorios».