Las mil y una maneras de cruzar la frontera
Los bajos de un autobús, las hélices de un ferry... La desesperación de los emigrantes les conduce al peligro
f. delgado-iribarren
La situación de pobreza, de miseria o de miseria extrema que muchos ciudadanos padecen en sus países de origen les llevan a tomar las decisiones más arriesgadas para intentar cruzar la frontera que separa el Tercer Mundo del Primer Mundo. El inmigrante ... rescatado el pasado domingo en un camión que transportaba cajas de calzado, dentro de un ferry procedente de Tánger, se suma a una larga lista de viajeros desesperados que se ocultan en los lugares más insospechados... y a menudo muy peligrosos.
El tradicional escondite del maletero se ha quedado anticuado por demasiado obvio. Ahora se contruyen dobles fondos debajo de los asientos y maleteros de los vehículos, o se atan ellos mismos a los bajos de autobuses. Por ejemplo, este verano la Guardia Civil detuvo en la frontera entre Marruecos y Melilla a ocho magrebíes que viajaban ocultos en los bajos de un autobús, escondidos en los huecos de las cajas de cambio, del motor y del sistema de transmisiones del vehículo. La Policía Nacional ya ha advertido del incremento de estos métodos que ponen en evidente riesgo la vida de los así transportados.
También en los barcos que unen las costas de los dos continentes. En junio, un emigrante argelino llegó a esconderse en las hélices de un ferry. Zarpó así desde Tánger y recorrió la media hora de travesía que separa Marruecos de España agazapado en el casco de la nave, agarrado a duras penas a uno de los salientes. Su intención era lanzarse al agua y nadar hasta la orilla en cuanto se acercara lo suficiente. Sin embargo, su temeraria aventura se frustró al ser detenido por las fuerzas de seguridad españolas. La misma suerte de la detención han corrido otros 61 emigrantes que trataban de cruzar la frontera con este tipo de fórmulas, a lo largo de este año.
En Ceuta, la planta de tratamiento de residuos optó por sellar los contenedores de basura que cada día trasladan en barco a Cádiz para su destrucción. La razón: que también se han convertido en refugio para los emigrantes que quieren cruzar el Estrecho. Y en Algeciras (Cádiz), cada mes de agosto se pone en marcha la «Operación Feriante» para detener a los emigrantes que, con motivo de las fiestas patronales, intentan entrar en España escondidos en los camiones de feria . El verano pasado, fueron 42 los detenidos.
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