Caso Bretón: Un psicólogo diagnosticó en 2011 «depresión por sumisión» a Ruth Ortiz

El dato de este informe médico lo aporta la letrada de la madre de los niños, María del Reposo Carrero , en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso ABC , ante el juzgado de Violencia sobre la Mujer, número 1, de Huelva en el que reclama una pena de tres años para José Bretón por un delito de violencia psíquica habitual contra Ruth Ortiz.

La petición de ayuda de Ruth Ortiz se produce cuando el padre de los niños se queda en paro y la familia decide trasladarse a El Portil (Huelva). Bretón tiene que ocuparse de los menores y se ve «agobiado y desbordado» por el cuidado de los niños y las labores domésticas. Esta frustración «repercute en su conducta y relaciones con su esposa» que por aquel entonces tenía que trasladarse a diario a Huelva en autobús, donde tiene su puesto de trabajo porque «él no le dejaba el coche».

Ruth se encuentra «cansada» y además tiene que hacerse cargo de los niños cuando acaba su jornada laboral porque Bretón le espeta que «las tardes son suyas y que si ella no tiene tiempo, es su problema». Es en este momento cuando la madre de los niños decide pedir ayuda al Instituto Andaluz de la Mujer que emite un diagnóstico que a Ruth le abre los ojos y «empieza a darse cuenta de los malos tratos psicológicos que sufre, y de que ha sido «anulada totalmente como persona», reza el escrito.

Pocos meses después de este dictamen médico, en agosto, Ruth Ortiz comunica a Bretón su intención de poner fin a su matrimonio y éste, tal y como recoge la sentencia de la Audiencia Provincial, comienza a planear la venganza contra su entonces mujer que se concreta en la muerte de sus hijos el 8 de octubre de 2011.

Pero el escrito que ha presentado la abogada de Ruth Ortiz va mucho más allá y en él se relata de forma pormenorizada la relación entre Bretón y su exesposa desde que inician su relación en el año 1998.

Ya por esas fechas, y siempre según el texto de acusación, Ruth comienza a percatarse de que algunos de los comportamientos de su novio son, como poco, peculiares. «Debido al amor que sentía por él, los minimizó y continuó su noviazgo hasta 2002, fecha en la que contraen matrimonio».

Bretón da muestra de sus obsesiones y manías nada más iniciar su noviazgo: «De las primeras cosas que José le preguntó es que si ella sabía comer, porque no soportaba escuchar el ruido que procedía de masticar la comida» —hecho destacado en el juicio por varios de los presos sombra asignados a Bretón—. Junto a esto, a la entonces novia del ahora condenado por doble asesinato, también le sorprendió la manía de «lavarse las manos constantemente, que no se sentase en los bancos de la calle o que no tocase las barandillas».

Crisis profunda

De 2002 a 2007 el matrimonio reside en Córdoba, en donde Ruth Ortiz se siente «anulada como persona y como profesional. El acusado siempre hablaba mal de su familia haciéndola sentir sola y aislada». Es en estas fechas cuando Bretón le dice que no quiere tener hijos y que, en caso de que nazcan, «serán para ella».

Bretón trabaja de camionero en Almería pero está «obsesionado» con volver a CórdobaTras un breve periodo en Almería, en el que Bretón trabaja de camionero y está «obsesionado» con volver a Córdoba , Ruth Ortiz encuentra trabajo en Huelva, en la Delegación de Salud, y es entonces, año 2009, cuando «la crisis se agudiza» y la convivencia se convierte «en una auténtica pesadilla» para su mujer. Desde entonces, faltas de respeto, amenazas para que Ruth no vea a su familia, expresiones vejatorias, gritos y una total apatía hacia el cuidado de sus hijos que provoca «que ambos le temieran», señala el escrito con el que la abogada trata de sumar otros tres años a la condena de 40 años que ya acumula Bretón por el asesinato de sus hijos.