Dos abogados desmienten a «El Mundo»

ABC

16/07/2013
Actualizado a las 02:03h.

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El diario «El Mundo» titulaba ayer su portada a cinco columnas con las supuestas presiones ejercidas por dos abogados contra Luis Bárcenas en prisión para que permaneciese en silencio, gestiones que además habrían realizado en nombre del Gobierno: «Si hablas, tu mujer irá a prisión; si callas, caerá Gallardón y se anulará el proceso», sería el mensaje trasladado por los dos letrados, Javier Iglesias, defensor de Álvaro Lapuerta , y Miguel Durán , de Pablo Crespo . No solo eso; Iglesias, según el rotativo que hace de altavoz a las versiones del extesorero del PP Luis Bárcenas, le habría asegurado que el caso se archivaría en septiembre, lo que implicaría, entre otras cosas, que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz seguiría las instrucciones del Ejecutivo -no parece que hasta el momento haya sido así-, lo mismo que la Fiscalía Anticorrupción. Sin embargo, tanto Iglesias como Lapuerta han desmentido rotundamente la información.

El texto de «El Mundo» señala que el director de la prisión de Soto del Real, José Luis Argenta , estuvo al principio en la reunión que habrían mantenido Iglesias y Bárcenas en la cárcel. Curiosamente, las fuentes consultadas por ABC precisan que esta persona estaba de vacaciones el día en el que se produjo la visita -el lunes de la semana pasada, día 8-, y que no se ha reincorporado aún a su puesto. En estas condiciones, las «fuentes penitenciarias» que cita el rotativo se referirán, en principio, a algún trabajador de la prisión o, en su caso, al propio extesorero o, incluso, a su abogado.

Testigo incómodo

Resultaría igualmente extraño que alguien que va a presionar a un recluso en nombre de Rajoy decida hacerlo en presencia de un testigo que podría resultar incómodo, por mucho que el director de la cárcel, siempre según la información, pasara «unos minutos con ellos intentando averiguar a qué iba Iglesias». Más aún, teniendo en cuenta que, como ya se ha señalado, las fuentes consultadas por ABC indican que ese día estaba de vacaciones...

Las mismas fuentes consultadas precisan que el encuentro se llevó a cabo con la autorización del interno -necesariamente es así, puesto que ningún recluso tiene la obligación de recibir visitas que no desea-, y que la cita no se produjo en presencia de funcionario alguno, sino en las dependencias habilitadas para que los reclusos puedan tener contactos con los abogados que lo deseen. Por tanto, no hubo testigos.

La reunión de Miguel Durán con Bárcenas , por su parte, es conocida porque trascendió a todos los medios de comunicación y se produjo el pasado jueves, día 11. De hecho, hay fotografías del letrado saliendo del centro penitenciario y él mismo confirma ese encuentro. En este caso no se cita ningún tipo de fuente, pero dado que se vuelve a reproducir con comillas supuestas palabras textuales, habrá que convenir que quien cuenta el supuesto contenido de la reunión es alguno de los participantes en ella. El letrado niega haber trasladado ese mensaje al extesorero, por lo que en principio, si ese encuentro no ha sido grabado y no ha llegado su contenido al rotativo, la única fuente posible es el preso o su abogado, Javier Gómez de Liaño , muy próximo al diario que hace de altavoz a su cliente.

«No me prestaría a eso»

Mientras tanto, Iglesias y Durán hicieron públicos a primera hora de la mañana sendos comunicados desmintiendo a «El Mundo». El primero de ellos asegura que la conversación que mantuvo con el exsenador del PP fue «cordial» sin que haya existido a día de hoy conflicto procesal o profesional ni con él ni con los que fueran sus letrados hasta la semana pasada. Añade que sus actuaciones profesionales se han regido siempre «con el más estricto rigor profesional y deontológico y jamás me he prestado ni me prestaría a una actuación del tipo como la que se describe en la noticia».

Por su parte, Miguel Durán precisa que realizó dos visitas a Bárcenas en la prisión de Soto del Real -no solo una, como señala el rotativo-, a petición del extesorero del PP y de su familia, y en ellas se limitó a tratar de ayudarle «profesional y moralmente» durante los días en los que estuvo sin abogado. Durán, por tanto, desmiente a las fuentes que han informado a el diario «El Mundo» sobre el objetivo de sus visitas a Bárcenas en prisión.

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