El PSC se juega esta semana tener voz propia y voto distinto en el Congreso

Fuentes del PSC explicaron a EFE las negociaciones del nuevo protocolo de relaciones entre los dos partidos hermanos continuarán hasta el último minuto con vistas a que se apruebe en el comité federal del próximo sábado, 13 de julio. Este protocolo, que abordará sólo las relaciones parlamentarias entre el PSOE y el PSC y en ningún caso las orgánicas, tiene tres puntos clave que el socialismo catalán aún no da por conseguidos.

El primero es lograr lo que el PSC denomina «la voz propia», es decir, que sus diputados puedan intervenir en el Congreso en asuntos que atañen a Cataluña , en un reparto del tiempo de intervención similar al que tienen Izquierda Unida e ICV.

Otro de los puntos clave es que el protocolo recoja que el PSC debe tener asegurada la representación en la dirección del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, algo que siempre ha sido así hasta ahora pero que comenzó a cuestionarse después de que 13 diputados del PSC se desmarcarán en febrero de sus compañeros en una votación sobre la consulta soberanista en Cataluña.

Precisamente, el logro clave para el PSC sería que este protocolo incorpore, como tercer punto, que el partido de Navarro pueda votar diferente del PSOE en asuntos catalanes cuando sea imposible consensuar una posición común y así evitar ser acusado de incoherencia en Cataluña por ciertas votaciones contradictorias con los planteamientos que el PSC defiende en el Parlament.

Desde el socialismo catalán son prudentes y no quieren dar ninguno de estos puntos por hechos , y además, puntualizan que cada uno de ellos puede tener matices como la delimitación de en qué situaciones pueden aplicarse.

El nuevo protocolo de relaciones c errará dos semanas decisivas para el PSOE y el PSC, después de que el pasado fin de semana el Consejo Territorial del PSOE aprobara en Granada su propuesta de reforma federal de la Constitución.

La dirección del PSC reivindica este «logro histórico» como propio, ya que fue Navarro quien recuperó la bandera federalista en las últimas catalanas como «tercera vía» frente al autonomismo y al proyecto soberanista de CiU.