Xiol y Enríquez, favoritos del CGPJ para entrar en el Tribunal Constitucional

Pese a que han postulado su candidatura casi una decena de magistrados, todos del Supremo salvo el que fuera secretario de Estado con el ministro Caamaño, Juan Carlos Campo —hoy magistrado de la Audiencia Provincial de Cádiz—, en realidad solo cuatro nombres parten a priori con más posibilidades: Xiol y Cándido Conde-Pumpido, apoyados por el sector de sensibilidad más progresista, y Ricardo Enríquez y José López García de la Serrana, por los vocales de sensibilidad más conservadora. Las fuentes citadas se muestran convencidas de que el nombre de Enríquez es casi seguro en esa quiniela al TC.

Tampoco hay ninguna duda en el Consejo sobre la idoneidad de Juan Antonio Xiol para el Constitucional. Especializado en Contencioso-administrativo, estuvo muchos años en la Sala Tercera del TS, hasta que el anterior Consejo le nombró presidente de la Sala Civil. En el CGPJ apuntan como otro punto a su favor tanto la calidad de Xiol como jurista, como su prestigio personal dentro de la carrera.

Por eso su competidor directo, Cándido Conde-Pumpido, no lo tiene fácil. A ello se suma que la candidatura de Pumpido fue rechazada ya en la anterior renovación del TC, cuando su nombre fue descartado por el PP cuando el PSOE se negó a su vez a aceptar el de Enrique López, exportavoz del CGPJ y hoy magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional.

No obstante, Pumpido cuenta con opciones. Fuentes del CGPJ recuerdan que pese a que el que fuera fiscal general durante las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero está «demasiado marcado políticamente», su actual condición de magistrado de la Sala Penal del Supremo —competente para los casos penales con aforados— puede beneficiarle. De hecho, su salto al TC dejaría una vacante en esa Sala Penal y el CGPJ aprovecharía la ocasión para tratar de equilibrar ideológicamente su composición, con la entrada de un magistrado conservador, algo bien visto en el sector del CGPJ avalado por el PP. De cualquier modo, la pugna por la renovación del PP está aún abierta.