La Fiscalía investigará un quebranto de 15 millones en Caja Madrid por sueldos irregulares

El Fondo, encargado de gestionar las entidades rescatadas y dependiente del Ministerio de Economía, ordenó en mayo de 2013 a las cajas apuntaladas con ayudas públicas que le enviasen determinada información, entre ellas la retribución de sus directivos entre 2008 y 2012. Tras recibir la de Caja Madrid, en febrero de 2013, se encargó un informe forense de la misma a la auditora Pwc.

«El informe», dice ahora el FROB en un comunicado, «indica que se habría producido el cobro por parte de altos directivos de la entidad de percepciones excesivas y, en algunos casos, sin que exista constancia del cumplimiento de trámites como el paso por los órganos de gobierno, con el consiguiente perjuicio económico para la misma». Los directivos señalados, según fuentes cercanas al ente, formaban parte del comité de dirección, del que en esos cuatro años formaron parte 17 directivos que, como ya informó ABC, cobraron un total de 71 millones . Ese comité lo integraron, entre otros, el expresidente de la entidad Miguel Blesa y directivos como Matías Amat e Ildefonso Sánchez-Barcoj.

En concreto, el expediente detalla que en 2008 los miembros de la alta dirección de Caja Madrid se aplicaron una subida salarial «significativamente mayor que la debida, superior en algunos casos al 26%», al tomar como referencia un masa salarial mayor que la que realmente existía en la entidad. Esos incrementos, que afectaron además a posteriores indemnizaciones, supusieron una posible percepción indebida para esas personas de algo más de dos millones de euros, según el informe. Además de elevar esa retribución fija, el sueldo variable se subió sin documentarse los objetivos fijados ni la evaluación de su cumplimiento.

El FROB y el informe forense también han detectado posibles irregularidades que ahora tendrán que se investigadas por el fiscal en las aportaciones a los planes de pensiones. Así, el Fondo detalla cómo la entidad sustituyó a esos directivos la cantidad que excedía del máximo deducible en el IRPF por una gratificación extraordinaria que se elevaba al sueldo bruto para que, una vez practicadas las retenciones, se evitara el impacto fiscal.

Ahora bien, el mayor perjuicio vino por el lado de las indemnizaciones que varios directivos cobraron al dejar la entidad, entre 2009 y 2010, ante la fusión de Caja Madrid en Bankia y el cambio de equipo gestor. Eso generó un quebranto de 9,1 millones. Ese momento es en el que Blesa da paso al equipo de Rodrigo Rato. El presidente Blesa, que cobró entre 2,7 y 3,6 millones de euros anuales en cada unos de los ejercicios de ese periodo, se embolsó una indemnización de 2,7 millones en enero de 2010, al ceder el cargo al exvicepresidente del Gobierno.