gasto público
Desapalancamiento privado, endeudamiento público
Las empresas y los hogares españoles deben 334.000 millones menos que en 2012
j. t
Cuando la agencia de calificación Standard and Poor’s elevó la nota crediticia de España de «BBB-» a «BBB» incluía una detallada guía de ruta en la que detectaba las amenazas que entrañaba la recuperación española. Peligros que, de materializarse, podrían acarrear una bajada de ... nota automática entre los que se encontraban un aumento del nivel de deuda pública por encima del 100% del PIB -el primer trimestre se cerró en el 96,8%-, que la partida presupuestaria dedicada al pago de intereses superase el 10% de los ingresos públicos -en 2013 estaba en el 9%- y que se debilite la balanza por cuenta corriente, es decir las operaciones económicas que realiza España con el resto del mundo.
El desapalancamiento de administraciones, empresas y hogares es una de las prioridades de la economía española, ya que la deuda total alcanza el 332% del PIB. Y en este proceso de desapalancamiento la deuda pública coquetea de forma peligrosa con el umbral del 100% del PIB, nivel que el Gobierno no cree que se supere según recoge en el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas para 2014, 2015 y 2016 en los que espera que se sitúe en el 96,2%, 99,1% y el 99,8% respectivamente. Cada año de crisis las facturas del sector público han ido engordando progresivamente, desde el 40,2% del PIB que tenía en 2008 hasta el 96,1% que registró el pasado mes de abril, según el Banco de España.
Ello se traduce en que cada año el pago de intereses que drena una parte de los Presupuestos Generales del Estado es mayor: el pasado año 36.590 millones de euros, en torno a un 3,6% del PIB. Una cantidad que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha anunciado que será 14.000 millones menor gracias a la bajada del interés que debe afrontar España por colocar su deuda en los mercados.
Mientras tanto, familias y empresas han reducido su endeudamiento en más del 33% del PIB desde 2010: 334.995 millones de euros menos desde entonces de un montón de facturas que alcanza los 2,06 billones de euros, según los datos del primer trimestre del Banco de España. «El sector privado lleva cinco años generando capacidad de financiación. Si ahora tenemos superávit por cuenta corriente es a pesar del sector público porque hogares y empresas han hecho el ajuste y ahora es el turno de las administraciones públicas», resume María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, que recuerda que el Gobierno aún debe afrontar una reforma de las administraciones que recorte el gasto público.
Sin embargo, este desendeudamiento sostenido de empresas y hogares también entraña amenazas. Entre enero y marzo, la tasa de ahorro de los hogares entró en terreno negativo por primera vez desde 2000 al bajar un 1,9%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ello implicó que los los hogares gastaron casi 3.000 millones de euros más de los que ingresaron durante el primer trimestre. Así, la renta disponible de los hogares se redujo un 2,7% en el primer trimestre, hasta los 157.661 millones de euros, mientras que el gasto en consumo fue de 160.556 millones, un 1,9% más que entre enero y marzo de 2013. «Esta tendencia es insostenible», resume José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.
Al mismo tiempo, esta semana el Banco de España publicó que la riqueza financiera de las familias en los tres primeros meses del año, había crecido un 26% respecto al mismo periodo de 2013, situándose en los 1,072 billones de euros, una cifra que no se alcanzaba desde 2006. «Es posible que muchas familias hayan vendido activos financieros como depósitos o acciones en Bolsa que se han revalorizado, y hayan destinado los rendimientos al consumo. Esto puede ocurrir en un trimestre pero no es positivo que continúe porque no se puede reducir más la tasa de ahorro», resuelve Fernández.
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