Hamilton gana; grave accidente de Bianchi

La carrera amaneció según las previsiones del tiempo. Lluvia y la amenaza del tifón rondando el fabuloso circuito de Suzuka, allá donde nadie se siente extranjero y donde vive la afición más educada y noble de la Fórmula 1. Mucho agua y arranque de los monoplazas con el coche de seguridad.

Apenas habían empezado los bólidos a exprimir los neumáticos de agua, se paró el Ferrari de Alonso en la vuelta 3. Fiasco para el español en una temporada que acaba envuelta en el negro: se marcha de Ferrari desilusionado con un coche que nunca ha dominado y que en Suzuka tuvo un problema eléctrico. "A pesar del problema eléctrico, el fin de semana ha sido el mejoren cuanto a rendimiento, así seguiremos intentando", comentó el piloto español en su twitter apenas se había retirado.

Cuando se marchó el coche de seguridad, el gran premio quedó en manos de los Mercedes. Como siempre. Lucha entre Hamilton y Rosberg que, con el agua, puso de manifiesto quien es más fiable y tiene mejores manos. Es Hamilton, siempre más rápido y mejor conductor.

Button jugó a la contra, usando la inteligencia. Fue el primero en poner ruedas intermedias y con ello adquirió una notable ventaja sobre sus competidores.

En la pista Hamilton presentó sus credenciales a Rosberg al aplicarle un soberano adelantamiento por fuera en el final de la recta. Ahí dio un golpe en la mesa y se preparó para ganar la carrera.

Volvió a llover con fuerza en el tramo final y dos accidentes paralizaron (Sutil y Bianchi) la prueba. Salió el coche de seguridad y el juez decretó bandera roja. Al haberse superado las 40 vueltas, hubo reparto natural de puntos.

El accidente de Jules Bianchi provocó desasosiego total en el circuito de Suzuka. El equipo Marussia confirmó que no había tenido contacto con el piloto después del accidente y la preocupación era grande en el circuito.