La SGAE causó en el palacio de Boadilla daños por valor de medio millón de euros
Un informe concluye que realizó «exploraciones destructivas», algunas sin autorización y otras sin motivo
El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, que dirige Antonio González Terol (PP), ha realizado un informe sobre el estado de conservación de su joya más preciada, el Palacio del Infante Don Luis de Borbón , construido por el prestigioso arquitecto Ventura Rodríguez. Dicho documento, al que ha tenido acceso este diario, trata de concretar el valor de los desperfectos producidos en este Bien de Interés Cultural (BIC) por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), quien se hizo con su control en 2006 para reformarlo. Lo tuvo que devolver al Ejecutivo municipal en 2010 por llevar a cabo un proyecto que hacía peligrar elementos arquitectónicos y arqueológicos protegidos.
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El arquitecto José Ramón Duralde ha sido el encargado de valorar los desperfectos y ha concluido que el precio de reparación de los daños asciende a 511.700 euros más IVA . El mayor importe de saneamiento (371.000 euros) iría destinado al palacio. El resto, a los jardines.
Dejación del mantenimiento
Duralde recuerda que el palacio es un Monumento Nacional desde 1974 y ello entraña «la máxima protección en relación con cualquier tipo de intervención». Sin embargo, según su análisis, «la Fundación Autor», además de realizar «exploraciones destructivas y de no reparar los daños, ha descuidado en gran medida su obligación de mantenimiento del edificio». También « ha destruido sin la preceptiva autorización de la Dirección General del Patrimonio de la Comunidad de Madrid algunos elementos como los poyetes de la cocina o una escalera ».
En su análisis determina que el estado general de esta obra arquitectónica del siglo XVIII y su jardín tras los años de posesión de la SGAE «es sensiblemente peor que el que tenía» antes de que se lo entregara el Ayuntamiento. Y dice que en las condiciones actuales «el edificio es totalmente inservible debido al peligro que representan los numerosos huecos practicados en e l suelo y la imagen de ruina que ofrece a causa de los huecos en techos y paredes».
Las peores evidencias
La terraza superior del jardín es una de las zonas que se lleva la peor parte de los destrozos que acometió la SGAE, ya que quería vaciar todo el área para enterrar dos auditorios.
Allí se realizó «una traumática excavación» , «dejando a la intemperie» parte de la obra, «lo que imposibilita una adecuada evacuación del agua de lluvia y acelera el deterioro de las fábricas de ladrillo del XVIII». El jardín es «intransitable» por el peligro que entraña ante los numerosos huecos.
También en la zona ajardinada es «evidente el deterioro progresivo de portones y cercas de ladrillo» . Duralde habla de la dejación de la Fundación Autor en la labor de conservación. El portón oriental presenta grave riesgo de desprendimientos desde su cornisa. Además, la SGAE llevó a cabo la tala de «al menos 80 árboles del jardín » sin que hayan encontrado aún los permisos para su eliminación y motivos.
Catas sin objetivo
En cuanto al palacio, «la patología más notoria y con la que se relacionan los deterioros más importantes» tiene que ver con «las humedades de las cubiertas, la de los sótanos y el mal estado de los revocos –exceptuando la fachada principal norte, reparada para el rodaje de «Los fantasmas de Goya» en 2005–».
El arquitecto considera que hay elementos constructivos en mal estado por «el progreso natural de las distintas patologías», pero otros se debe «al descuido» del mantenimiento del edificio , como en carpinterías exteriores, solados del palacio y otros.
En lo que concierne a las catas, Duralde habla de que hay algunas en las que no se ha entendido «el objetivo de la intervención». El experto critica que no se hayan reparado antes de su entrega y la importancia de que se hubieran evitado «exploraciones destructivas a gran escala como las realizadas».
La SGAE pedía 4 millones de euros
Después de que el TSJM declarase la nulidad de la concesión del Palacio del Infante a la SGAEen septiembre de 2010, la Sociedad pidió que se la indemnizara por todos los gastos invertidos desde 2006, cuando se le adjudicó. Solicitaba 4,1 millones de euros.
Su proyecto, presupuestado en 30 millones de euros, tenía que llevar a cabo la íntegra rehabilitación, conservación y mantenimiento del palacio para desarrollar allí actividades socioculturales. Ni una cosa ni la otra. Ahora le toca curar las heridas al Ayuntamiento de Boadilla , quien en época de crisis ya cuenta con financiación privada para ir reparando los destrozos . Este año ha dedicado de sus `presupuestos 400.000 euros a la fachada.
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