Una joven paquistaní, asesinada en Inglaterra por ser demasiado occidental

«Le metieron una bolsa de plástico en la boca y la sofocaron», relató esta semana entre lágrimas su hermana Alesha, durante el juicio celebrado en Chester . «Pude ver sus ojos muy abiertos y cómo se quedaba sin aire. Se orinó encima porque estaba luchando por su vida. Pero ellos la cogieron por la cabeza y le dejaron la bolsa en la boca hasta que dejó de respirar».

El crimen, que tuvo lugar en su casa de Warrington —noroeste de Inglaterra— en septiembre de 2003, quedó al descubierto nueve años después, cuando su hermana decidió romper su silencio.

Tras el asesinato, Alesha presenció a través de la ventana de la cocina cómo sus padres envolvían el cadáver en bolsas de basura y se montaban en un coche. El matrimonio abandonó el cuerpo en un descampado.

Iftikhar y Farzana fueron detenidos tras la desaparición de la chica en 2003, pero lograron eludir a los investigadores, que dieron el caso como no resuelto. Un año después, los restos del cuerpo fueron descubiertos en la orilla del río Kent en Cumbria.

«Ella era una chica inglesa, de origen pakistaní, con una actitud completamente occidentalizada, lo que los padres consideraban una deshonra para la familia. Tenían unas norma que Shafilea debía seguir», señaló durante la segunda sesión del juicio el fiscal del caso, Andrew Edis.

En el año 2003, la familia viajó a Pakistán con la intención de que se casara con el hombre que ellos le había impuesto . Ante la desesperación por volver a Inglaterra la chica llegó incluso a beber lejía. «De repente oímos unos gritos que venían del baño. Abrimos la puerta y encontramos a Shafilea tendida en el suelo con una botella de lejía al lado», relata su hermana. Estuvo hospitalizada tres meses en Warrington, donde le confesó todo por lo que estaba pasando a su compañera de habitación.

Además de la declaración de Alesha, la Fiscalía cuenta con una serie de escuchas telefónicas entre los cónyuges, en las que se les oye discutir en torno a cómo la Policía podría comprobar los hechos, y cómo conseguir que la prensa los apoye.

Iftikhar y Farzana, que niegan rotundamente la autoría del crimen, se enfrentan a cadena perpetua por asesinato. «En la vida le haríamos algo a nuestra bella e irreemplazable hija», declararon. Tras los últimos testimonios, el caso quedará visto para sentencia en los próximos días.