Los españoles, los europeos menos dispuestos a trabajar tras la edad de jubilación

El trabajo es salud, pero a partir de una determinada edad, mejor disfrutar de lo que nos quede de ella aplicados en otros menesteres. Esa parece la conclusión de un estudio que confirma que los españoles somos los ciudadanos europeos menos predispuestos a seguir trabajando una vez cumplida la edad de la jubilación . Solo el 41% de los jóvenes españoles menores de 34 años ven razonable y plausible trabajar más allá del tope legal, fijado en los 67 años, un porcentaje que se eleva hasta el 46% en el caso de los mayores de 55 años. Italianos (68%) y franceses (64%) estarían más por la labor del retiro activo.

En un férreo ejercicio de optimismo, los españoles también creemos de forma mayoritaria que la pensión pública seguirá siendo una de nuestras principales fuentes de financiación cuando abandonemos el empedrado camino laboral. Según el estudio «Generaciones» del Instituto Aviva de Ahorro y Pensiones, entre los individuos de más de 55 años, el porcentaje de los que están convencidos de que la caja de la Seguridad Social aguantará es de un 70%, pero se reduce hasta el 55% entre los jóvenes de 18 a 34 años.

Un 54% de los españoles próximos la edad de jubilación estarían preocupados por el hecho de no saber si dispondrán de suficiente dinero para poder disfrutar de un retiro más dorado que ocre. Bastante lejos de los líderes de la inquietud anticipada, los franceses, donde el porcentaje se eleva hasta el 72%.

Un 42% de los encuestados de más de 55 años estima que necesitará al menos el 100% de su salario actual para tener un buen nivel de vida durante la vejez, mientras que otro 18% cree que ese salario bastaría para poco más que sobrevivir. En todo caso, no se puede decir que seamos el paradigma de la previsión : uno de cada cinco españoles de más de 55 años no se ha parado a echar números para calcular cuánto va a necesitar. Y sólo un feliz y envidiable 27% afirma que ya dispone de los suficiente ahorros para hacer frente a los inesperados giros de la vida en la dura edad madura.

Como es lógico, los jóvenes dan prioridad al ahorro a corto plazo y a los gastos del momento (53 %), antes que a planificar su seguridad en el largo plazo, lo que no impide que el 61 % de ellos teman no ser capaces de ahorrar suficiente dinero para sobrevivir durante su jubilación. El 37% da por hecho que no les llegará sin un buen plan de pensiones. Que no nos falte la salud.