Nadie pagó por Lehman

Los que llevaron a Lehman Brothers a la bancarrota, declarada el 15 de septiembre de 2008, no solo se han librado de la cárcel sino que la mayoría de ellos sigue trabajando en Wall Street , en otras compañías financieras. Tampoco les ha resultado mal la operación a las dos entidades, la británica Barclays y la japonesa Nomura, que se hicieron con distintas divisiones del difunto gran banco de inversiones estadounidense. Quienes de momento todavía no han podido pasar página son los acreedores: aunque al parecer próximos, los pagos no llegarán al menos hasta comienzos del próximo año.

El caso de la mayor bancarrota de la historia, valorada en 639.000 millones de dólares, continúa en los tribunales. El proceso podría concluir en los próximos meses, después de que en agosto el juez comunicara a la compañía que los acreedores podían votar ya sobre un plan de devolución de 65.000 millones de dólares. El programa cuenta con el respaldo de algunos de los grupos más afectados, como el de Goldman Sachs y el liderado por el «hedge fund» Paulson, que juntos habían reclamado 100.000 millones. Un problema aún es la objeción puesta por la filial de Lehman en Europa, que plantea que sea tratada como un cliente en su demanda de 8.900 millones.

Por lo que afecta a los antiguos ejecutivos de Lehman Brothers, ninguno ha sido condenado por la Justicia, por más que se plantearon varios litigios contra una docena de ellos, alegándose fraude en la cartera de hipotecas. Dick Fuld, que era CEO de la compañía, ha mantenido todo este tiempo que la dirección no actuó con culpabilidad. «Nadie se dio cuenta de la magnitud de los problemas. Yo daba por cierto que lo peor del impacto en los mercados financieros ya había pasado», dijo en su día ante el Congreso norteamericano.

Fuld no tardó en encontrar trabajo, como tampoco quedaron en el paro sus colegas. Por si acaso, tras la bancarrota Fuld transfirió a su esposa su mansión de Florida por tan solo cien dólares, cuando cuatro años antes había costado 13,5 millones, para proteger la casa frente a posibles acciones legales. Fue fichado por el «hedge fund» Matrix Advisors y luego por Legend Securities, entidades ambas de Nueva York. También ha creado su propia plataforma financiera.

La única persona que no ha vuelto al sector ha sido Erin Callan, responsable financiera de la institución y única mujer de la dirección en toda la historia de Lehman Brothers. Su rápido ascenso y caída fue una de las historias humanas más comentadas entonces en la prensa.

Al día siguiente de anunciarse la bancarrota, Barclays compró por 250 millones de dólares las operaciones de Lehman en Estados Unidos y se hizo también con su sede en Nueva York. Poco después, Nomura Holding adquirió la franquicia para el área de Asia-Pacífico, así como la mayor parte del negocio en Europa y Oriente Medio.