La CE propone una regulación con la que ningún banco español hubiera suspendido los tests de resistencia

Da la razón al Banco de España para que las provisiones anticíclicas computen como capital de primera calidad

maribel núñez

20/07/2011
Actualizado a las 17:07h.

Unos días más tarde pero finalmente se ha confirmado que el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tenía razón el pasado viernes cuando aseguraba sentirse muy tranquilo pese a que cinco entidades españolas no habían pasado las hipótesis de los estrés test ... del nuevo regulador bancario europeo (European Banking Authority o EBA en sus siglas en inglés). Y ha sido la Comisión Europea la que ha dado la razón a España en su mini contencioso con el regulador europeo ya que en su propuesta para reforzar el capital y la liquidez del sector bancario europeo quiere que los fondos propios contra cíclicos computen como capital de primera calidad , el conocido en la jerga especializada como Core Tier 1.

La CE ha dado la razón a España en su mini contencioso con el regulador

Así las cosas, y pese a que Andreas Enria, el presidente de EBA se mostraba el viernes diplomático en el sentido de que se habían utilizado las mismas normas para todos los países a la hora de hacer el ejercicio de los tests de estrés, en el sentido de no computar las provisiones obligatorias establecidas por los reguladores nacionales, tan sólo unos días después se ha confirmado que el buen criterio ha sido el del Banco de España en este delicado asunto.

Al margen de esta cuestión bilateral entre los reguladores español y europeo, el Ejecutivo comunitario ha aprobado hoy una ambiciosa reforma del sector para reforzar su capital y su liquidez en aras de evitar futuras crisis sistémicas como la ocurrida en 2008, y cuyas consecuencias aún están muy patentes en forma de grave crisis económica.

Los bancos tendrán que tener más fondos propios y de mejor calidad

Entre las novedades de la propuesta, que aún tiene que pasar el visto bueno del Consejo de la Unión Europea y de la Eurocámara, figura en lugar destacado la exigencia de que los bancos tendrán que tener sobre todo más fondos propios, y de mejor calidad, para que en el futuro puedan salir ellos mismos de los malos momentos, y sin necesidad de inyecciones de dinero público, como ha ocurrido en varias entidades en Europa.

Además los reguladores del sector, tanto a nivel nacional como europeo, tendrán nuevos poderes para que puedan controlar más de cerca los bancos y, en los casos necesarios, puedan imponer sanciones cuando detecten posibles riesgos. También se abre la posibilidad de que los reguladores nacionales puedan exigir un aumento de capital en una determinada entidad atendiendo a riesgos concretos, como una elevada exposición a un sector potencialmente peligroso como el inmobiliario.