El deje izquierdista de la TV americana

El debate sobre la orientación política de la televisión de EE.UU. se ha suscitado de nuevo a partir de la publicación de un libro, editado precisamente por el imperio Murdoch, que intenta demostrar que las series también cojean del mismo pie. «Primetime Propaganda», escrito por Ben Shapiro, de militancia conservadora, asegura, por ejemplo, que «Friends» socava los valores familiares y «Barrio Sésamo» predica la desobediencia civil a las minorías étnicas.

El libro, subtitulado «La verdadera historia de Hollywood sobre cómo la izquierda tomó tu televisión», repasa 50 años de series y transcribe entrevistas con productores y guionistas que reconocen que perseguían difundir sus ideas. Marta Kauffman, una de las creadoras de «Friends», recuerda haber contratado a «un puñado de liberales» para hacer el programa y «poner en él todo lo que creíamos». Series como «MASH» y «Happy Days», que comenzaron en los últimos años de la guerra de Vietnam, transmitieron mensajes contra la presencia estadounidense en ese país. Bill Bicley, guionista de «Happy Days», admite que había «un completo subtexto» contra Vietnam.

También «El ala oeste» presenta una Casa Blanca más cercana a las posiciones demócratas, aunque sirvió tanto para criticar la presidencia de Bush como al último Clinton, enredado en el caso Lewinsky. Shapiro ha explicado su asombro por la rápida «confesión» de los responsables de muchas series: «En Hollywood si eres judío y has estudiado Derecho en Harvard creen que tienes que ser de izquierdas, y se abren contigo». El propio Shapiro ha quedado a merced de las críticas. «The Guardian» precisa que en muchas comedias, por las características del género, es difícil determinar qué campo queda peor. Sobre «Happy Days», recuerda que hacia el final de Vietnam la derecha había asumido parte de las ideas antibelicistas. Y «El ala oeste» fue «tan anti Clinton como anti Bush».