La AVT estudia solicitar un careo entre dos policías del «Faisán»

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) tiene previsto solicitar hoy al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz , que instruye la causa por el "chivatazo" a ETA en el "bar Faisán", que cite a declarar como testigo al que fue máximo responsable del equipo que investigó estos hechos, Carlos G. , han informado fuentes de la acción popular. De hecho, estudia solicitar un careo entre el principal investigador del caso Carlos G. , y el mando policial que le acusó de pretender borrar la principal prueba del caso, José C. Según ha desvelado este jueves la presidenta de la AVT, Angeles Pedraza, la asociación "probablemente" pedirá en la Audiencia Nacional este careo . "Sería bueno que entre ellos se aclaren, ha habido inexactitudes a lo largo de todo este tiempo", ha avanzado. El objetivo es que responda de las manifestaciones que realizó este martes en la Audiencia Nacional uno de sus superiores, el comisario jefe accidental de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) del Cuerpo Nacional de Policía, José C. , quien declaró que Carlos G. intentó borrar la conversación en la que el dueño del establecimiento, Joseba Elosua , le reconocía a su cuñado, Carmelo Luquin, que había recibido un soplo de la policía, según informaron fuentes de la defensa y de la acusación personadas en la causa.

Durante su declaración ante el juez Ruz, José C. ratificó el informe en el que defendía que el 3 de mayo de 2006, el día anterior al chivatazo, Carlos G. "fue reticente en diversos momentos a la realización" de las detenciones contra el aparato de extorsión etarra "argumentando que era una operación que conllevaba riesgos políticos, dado el momento de tregua de ETA, así como la presunta implicación de un miembro destacado del PNV, Gorka Aguirre". En la conversación, que se produjo el 4 de mayo de 2006, día del chivatazo, Elosúa indicaba a su cuñado que una persona que había entrado en su bar sin identificarse le había advertido que le seguían y que sabían que el día anterior había mantenido una reunión en una sidrería de Oiartzun. Según Elosúa, el autor del "chivatazo" le dijo que la policía era consciente de que iba a entregar "nueve botellas de vino", que los investigadores relacionan con entregas del impuesto revolucionario, que "se las guardara" para "no fastidiar todo el proceso" y que, si cruzaba la frontera, se iba a producir la detención del enlace de ETA, José Antonio Cau Aldanur.

José C. apuntó también que, además de intentar destruir esta prueba, el jefe del equipo conjunto de investigación le aseguró que, si se producían las detenciones, él y sus hombres -cuatro o cinco de los cuales se encontraban en las inmediaciones del "bar Faisán"- iban a ser "crucificados". También ha asegurado que Carlos G. y su equipo -y no los miembros de la Brigada Provincial de San Sebastián- controlaron en todo momento tanto la baliza que se había colocado en el coche de Elosúa para registrar sus llamadas como la cámara que grabó los movimientos que se registraron en la puerta del establecimiento, y que registra varios cortes, según fuentes de la defensa del jefe superior de Policía del País Vasco, que se encuentra imputado en la causa junto al ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, y un inspector de Álava.