El INEM y el Fogasa arrastran a la Seguridad Social al déficit

La vicepresidenta Salgado ya avanzó la pasada semana que el servicio público de empleo estatal tendría un desequilibrio de unos 3.000 millones de euros, el 0,3% del PIB. Y es que el pago de prestaciones siguió creciendo a lo largo del ejercicio y superó las previsiones. La transferencia de casi 16.500 millones desde el presupuesto estatal ha sido insuficiente para cubrir los gastos de un desempleo creciente.

Y algo similar ha ocurrido con el Fondo de Garantía Salarial. La crisis económica ha hecho mella en muchas empresas, que no han podido pagar salarios e indemnizaciones a sus empleados, y de los que se ha tenido que hacer cargo el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

Aunque 2009 fue el año en el que más empleo se destruyó en España, y en el que más se contrajo la economía, los pagos del Fogasa han sido superiores en 2010. Así, según cifras del Ministerio de Trabajo, las prestaciones abonadas por el Fondo en el conjunto del año pasado ascendieron a 1.287 millones de euros, lo que supone un incremento del 54% frente a los 833 millones del año anterior.

Se superan de este modo los cálculos del Ejecutivo, que había presupuestado a comienzos del ejercicio un gasto para el Fogasa de 900 millones. A mitad de año, el Gobierno tuvo que aprobar ya un suplemento de crédito de otros 500 millones para cubrir los gastos del organismo.

A pagar salarios el Fogasa destinó algo más de 448 millones de euros el año pasado, un 60% más que en el peor año de la crisis. Además, se pagaron indemnizaciones por casi 839 millones de euros, que supone un aumento del 51% respecto al año anterior.

También aumentó considerablemente el número de empresas afectadas, que pasó de algo menos de 56.000 en 2009 a más de 68.000 el año pasado.

Con estas cifras en la mano, el Gobierno enviará a Bruselas por primera vez en más de una década números rojos en las cuentas de las administraciones de la Seguridad Social. De hecho, hay que remontarse al año 1998 para encontrar déficit en esta partida.

En todo caso, y pese al comportamiento peor de lo esperado de estas administraciones, el Ministerio de Economía confía en cumplir e incluso mejorar ligeramente el objetivo de estabilidad propuesto para el conjunto del Estado español, que supondría reducir el déficit al 9,3% del PIB. El colchón de la Administración Central, que ha cerrado 2009 con unos números rojos del 5,1% del PIB, ocho décimas menos de lo estimado, permitirá compensar la desviación ya no solo del Fogasa o del Inem, sino también de las administraciones territoriales.

Aunque todavía faltan por conocer los datos definitivos de las comunidades autónomas, el Gobierno es consciente de que se producirá una desviación al alza de unos 3.000 millones de euros, tres décimas del PIB.

Y esta confianza en el cumplimiento de los objetivos presupuestarios es la que el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, trata de transmitir a los inversores en la gira que ayer comenzó en París, y que hoy le llevará a Londres. En esta presentación ante bancos y agencias de inversión, el número dos de Salgado, ha explicado la evolución del proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, así como la reforma de las pensiones que el Ejecutivo ha puesto encima de la mesa y que conllevará una mayor sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio y largo plazo.