Sobresaliente en abandono escolar

España no parece llevarse bien con la oficina de estadísticas europea, Eurostat, ya que cada nuevo estudio supone un jarro de agua fría sobre nuestro país. Ayer fue el turno de la educación y, según los últimos datos, España, está entre los campeones europeos del abandono temprano de los estudios: el 31,2% de los jóvenes entre 18 y 24 años deja los libros, frente a tan sólo el 14,4% de la media de la Unión Europea.

Pero por si lo anterior fuera poco, ya que en la Unión Europea sólo estamos superados por Malta, con el 36,8%, y empatados con Portugal, la realidad es que encima ha aumentado un 7,2% entre los años 2000 y 2009, según Eurostat, lo que hace que la situación en el caso de nuesto país haya incluso empeorado. La media de la Unión Europea, por su parte, ha pasado en el mismo periodo del 17,6% al 14,4%.

Ante este escenario, y pese a que la Unión Europea no tiene competencias directas en educación ya que ésta es potestad exclusiva de los Estados miembros, la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, explicó ayer que desde su punto de vista es un error recortar los presupuestos de educación en momentos de crisis, como están haciendo muchos países europeos, «debido a que esta partida no es un gasto sino una inversión, porque aquellos países que lo hagan, al final les costará más caro. Uno de cada dos jóvenes que abandona los estudios se queda luego en paro, lo que supone un sobrecoste para las arcas de la Seguridad Social en forma de subsidios, ayudas y un largo etcétera».

Vassiliou ha explicado que las enormes diferencias que existen en Europa en materia de abandono de la enseñanza se dan también dentro de los propios países, y ha puesto como ejemplo España, «donde la media de abandono es del 31,2%, pero en el País Vasco, por ejemplo, es sólo del 14%, muy cerca por tanto del objetivo de la Unión Europea de situar el abandono escolar de los jóvenes en el 10% en el año 2020».

Los países que ya han logrado estar por debajo del mencionado 10% son Austria, República Checa, Finlandia, Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia y, en todo caso, la mayoría lo han reducido en los últimos años, en contra de lo sucedido en España entre los años 2000 y 2009.

Entre las recomendaciones que realizó ayer Bruselas figura la petición a las autoridades de Educación de cada uno de los países de que tienen que luchar para volver a recuperar para la enseñanza a los jóvenes que la abandonadoron, y entre las opciones puede estar el fomento del deporte o las relacionadas con el arte y la música.

Por segmentos se ha detectado que los jóvenes varones son más proclives al abandono de las aulas que sus compañeras del sexo femenino. Los jóvenes inmigrantes por su parte, en general, doblan la tasa de abandono de la población autóctona y en algunos países llega al 40%, situación que se agrava aún más en el caso de población gitana.

Una de las soluciones que plantea Bruselas es realizar políticas de desgregación en el caso de los jóvenes gitanos, lo que ha dado buenos resultados en países como Hungría y Bulgaria, gracias a la implicación de todas las Administraciones, y no solamente la educativa.

Europa está muy centrada ahora en la educación porque, según los ministros del ramo europeos, la crisis económica ha puesto de relieve que elevar el nivel de competencias de los jóvenes es una de las formas de sacar a los jóvenes de la exclusión social y del paro. Este asunto es de especial importancia en España ya que la tasa de paro en los jóvenes ronda el 40% y dobla la media de europea.

Pese a que Bruselas no tiene competencias directas la hoja de ruta que va a hacer en este caso será presentar todas estas recomendaciones al Consejo de Ministros de Educación de la UE y, si se cumplen los planes, será éste quien las apruebe y luego, en la medida de lo posible, se irán trasladando a las diferentes normativas de educación que hay en los países europeos para intentar alcanzar los objetivos fijados.

Uno de los aspectos más importantes de esta iniciativa se centra en la prevención del abandono escolar, mediante una estrategia para hacer una detección precoz de la población de jóvenes que puede estar en riesgo de abandono de los estudios, lo que implicará una labor estrecha de seguimiento por parte de las autoridades locales, regionales y nacionales.

La idea de la comisaria Vassiliou es que, dado el largo periodo de tiempo que las reformas en educación tardan en tener resultados, los países se tienen que poner a trabajar cuanto antes sobre este asunto para lograr el mencionado objetivo de que la tasa de abandono escolar se sitúe como mucho en el 10% del total en el año 2020.

El trabajo no se tiene que hacer sólo, según Bruselas, en el terreno de la enseñanza general sino también en la formación profesional que, en muchos casos, es una segunda oportunidad para los estudiantes que quieren reengancharse a la vida académica y, posteriormente, a la profesional y puede ser una oportunidad para recuperar el tren perdido.