La OTAN se prepara para librar las guerras en el ciberespacio

La mayor alianza militar de la historia va poner a los ciberterroristas en la lista de sus peores enemigos, y añadirá a los ataques contra los sistemas informáticos de los países aliados entre los riesgos que considera como más peligrosos en el futuro. Los ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de los 26 países miembros de la OTAN se reunieron ayer en Bruselas para acordar una reforma de la estructura de la organización y dar los últimos toques al nuevo documento sobre doctrina estratégica en el que la garantía de la seguridad de la «economía digital» aparece por primera vez como un elemento esencial.

El documento, de apenas 11 páginas, es todavía secreto y concentra las líneas generales de la acción de la OTAN en el futuro, que estará centrada en cuatro áreas principales: el terrorismo, los ataques informáticos, la defensa contra misiles de los territorios de los países miembros, y la acción contra la proliferación de armas nucleares en el mundo. El documento, según lo definió la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, «refleja la evolución de la OTAN en la evolución del mundo».

El debate sobre la nueva doctrina estratégica, que debe ser aprobado por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de Lisboa el mes que viene, se produce en paralelo con el de la reforma de la estructura de la Alianza, en la que Estados Unidos ha insistido en la necesidad de reforzar el flanco del ciberespacio como campo de batalla.

El secretario de Defensa, Robert Gates, ha reconocido que la OTAN adolece de cierta «debilidad» en este campo, por lo que ha propuesto que después de la cumbre de Lisboa empiecen a desarrollarse las nuevas estructuras sobre capacidades tanto defensivas como ofensivas.

La OTAN no revisaba su doctrina desde 1999. Desde entonces ha cambiado la percepción de las amenazas y de los medios de que dispone la organización aliada para hacerles frente. La delegación española, según explicó la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha insistido en que se mencione la necesidad de reforzar el diálogo con el Mediterráneo. Otros países, como Alemania, quisieran que se haga hincapié en la necesidad de reducir el armamento nuclear, mientras que Francia insiste en que la disuasión del armamento atómico ha de seguir siendo esencial. El secretario general, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que en Lisboa lograrán un texto de consenso.