Desde el corazón de la Amazonía
Marina Silva se ha destapado como una competidora clave. En una sola semana, según la encuestadora Datafolha, ganó 2,6 millones de votos, pasando del 11 al 15 por ciento en intención de voto. Lo que la candidata del Partido Verde gana, Dilma Rousseff lo pierde. Ese giro en la campaña podría amenazar hoy la victoria en primera vuelta de la elegida por Luiz Inacio Lula da Silva para sucederle en la Presidencia.
Ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva ocupó este cargo hasta 2008, año en el que se despidió del actual Gobierno de Brasil dando un portazo. Mujer austera, impermeable a la corrupción y de convicciones políticas y personales muy firmes, desde entonces trabaja sin descanso en una carrera política que promete tener futuro. Se está preparando para ser uno de los nombres fuertes de las elecciones dentro de cuatro años. Estas elecciones son su bautismo, pero el objetivo es 2014, asegura el sociólogo Antonio Lavareda.
Recolectores de caucho
Hija de recolectores de caucho, la niña Marina nació en el corazón del Amazonas en 1958. En la selva aprendió a cazar, a pescar y a distinguir las raíces con propiedades curativas de las plantas alucinógenas o inocuas. Descubrió cómo interpretar las agujas del reloj a los catorce años y a leer y escribir a los dieciséis. Acompañó al histórico Chico Mendes en su dolorosa guerra ecológica y sostiene, frente a quien quiera escucharla, que el pasaporte al desarrollo de Brasil se construye sobre el respeto a los recursos naturales. En 1994 fue elegida senadora por su estado natal, Acre.
Ex militante del PT (Partido de los Trabajadores, en el poder), concentra el voto de los desencantados, al elegir a Marina, el elector de izquierda está dando un mensaje claro de que va perdiendo su identificación con el partido, asegura el politólogo de la Universidad de Sao Paulo Gaudencio Torcuato. Pero Marina Silva, por detrás de Dilma Rousseff y del socialdemócrata José Serra en intención de voto, poco a poco capta adhesiones en todas las clases sociales.
Sin pelos en la lengua
Mujer sin pelos en la lengua, es la única de entre los tres candidatos en cabeza que saca provecho de los soporíferos debates de televisión, donde apunta a la médula de la corrupción del Gobierno brasileño. Con expediente inmaculado y un pasado político sin tacha, puede darse el lujo de señalar con el dedo sin temor a que hagan lo mismo con ella.
La ex ministra Marina Silva, candidata del Partido Verde, amenaza la victoria en primera vuelta de Dilma Rousseff por su subida en intención de voto
Marina Silva se ha destapado como una competidora clave. En una sola semana, según la encuestadora Datafolha, ganó 2,6 millones de votos, pasando del 11 al 15 por ciento en intención de voto. Lo que la candidata del Partido Verde gana, Dilma Rousseff lo pierde. Ese giro en la campaña podría amenazar hoy la victoria en primera vuelta de la elegida por Luiz Inacio Lula da Silva para sucederle en la Presidencia.
Ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva ocupó este cargo hasta 2008, año en el que se despidió del actual Gobierno de Brasil dando un portazo. Mujer austera, impermeable a la corrupción y de convicciones políticas y personales muy firmes, desde entonces trabaja sin descanso en una carrera política que promete tener futuro. Se está preparando para ser uno de los nombres fuertes de las elecciones dentro de cuatro años. Estas elecciones son su bautismo, pero el objetivo es 2014, asegura el sociólogo Antonio Lavareda.
Recolectores de caucho
Hija de recolectores de caucho, la niña Marina nació en el corazón del Amazonas en 1958. En la selva aprendió a cazar, a pescar y a distinguir las raíces con propiedades curativas de las plantas alucinógenas o inocuas. Descubrió cómo interpretar las agujas del reloj a los catorce años y a leer y escribir a los dieciséis. Acompañó al histórico Chico Mendes en su dolorosa guerra ecológica y sostiene, frente a quien quiera escucharla, que el pasaporte al desarrollo de Brasil se construye sobre el respeto a los recursos naturales. En 1994 fue elegida senadora por su estado natal, Acre.
Ex militante del PT (Partido de los Trabajadores, en el poder), concentra el voto de los desencantados, al elegir a Marina, el elector de izquierda está dando un mensaje claro de que va perdiendo su identificación con el partido, asegura el politólogo de la Universidad de Sao Paulo Gaudencio Torcuato. Pero Marina Silva, por detrás de Dilma Rousseff y del socialdemócrata José Serra en intención de voto, poco a poco capta adhesiones en todas las clases sociales.
Sin pelos en la lengua
Mujer sin pelos en la lengua, es la única de entre los tres candidatos en cabeza que saca provecho de los soporíferos debates de televisión, donde apunta a la médula de la corrupción del Gobierno brasileño. Con expediente inmaculado y un pasado político sin tacha, puede darse el lujo de señalar con el dedo sin temor a que hagan lo mismo con ella.
La ex ministra Marina Silva, candidata del Partido Verde, amenaza la victoria en primera vuelta de Dilma Rousseff por su subida en intención de voto
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete