Metro negocia para que buses privados cubran desde el jueves la red del suburbano
La compañía desiste de su intento de reabrir esta tarde alguna línea ante la falta de garantías de continuidad del servicio

Tras preparar todo un dispositivo para reabrir esta misma tarde el servicio del suburbano de la capital, Metro de Madrid ha desisitido finalmente en su intento de devolver la normalidad al servicio en la línea 8 -entre Nuevos Ministerios y la T4 de Barajas-, al considerar que no había garantías de continuidad del servicio este miércoles. La ausencia de conductores y taquilleros, entre otros, imposibilitaba además la tarea de abrir la red.
Ahora, la compañía que gestiona el suburbano en la capital negocia con empresas privadas de autobuses para tener a su disposición desde el jueves una flota de vehículos que haga posible cubrir los mismos itinerarios de las diferentes líneas de la red del suburbano. Esa es la hipótesis de trabajo que se maneja si los trabajadores persisten en la huelga y sin servicios mínimos a partir del jueves próximo, según fuentes de la compañía citadas por la agencia Efe.
A pesar de todo, existen trabajadores del suburbano que no comparten la huelga convocada por los sindicatos y que han hecho intento de acudir a sus trabajos esta tarde. La intención era que estos empleados pudieran acudir a su trabajo escoltado por la Policía Nacional, aunque al final no ha podido ser. Se trataba de un operativo coordinado por la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno. Esta misma mañana, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba ofrecía a Esperanza Aguirre para ofrecerle “los servicios” de su departamento.
Los trabajadores de Metro decidían pasadas las 12.30 de la mañana reunidos en asamblea su intención de mantener mañana la huelga en toda la red y sin respetar los servicios mínimos, como ha ocurrido hoy. La decisión de los trabajadores volverá a sumir en el caos a la capital de España mañana, ya que los dos millones de personas que utilizan diariamente la red de Metro tendrán que buscar alternativas para sus viajes.
La asamblea decidió también no volver a reunirse hasta mañana a las diez horas. Será entonces cuando se decidirá si la huelga se convierte en indefinida, pese a que las tres jornadas de paros prevista acaban mañana miércoles. Los representantes de los trabajadores insistieron en que no se sentarán a negociar mientras no se respeta la ley, que para ellos es su convenio colectivo.
Jornada de caos
A lo largo de toda la mañana la huelga de Metro ha provocado grandes problemas en Madrid. Los sindicatos han paralizado el principal medio de transporte de la capital de España y que es utilizado diariamente por dos millones de personas. La compañía se vio obligada poco antes de las 06.30 horas de hoy a cerrar las 294 estaciones de una red que suma 284 kilómetros y da servicio cada mañana a dos millones de viajeros. El incumplimiento de los servicios mínimos ha provocado que el ciudadano haya recurrido mayoritariamente al coche particular para poder llegar a su trabajo. El cierre de las estaciones 294 estaciones han llevando al colapso la M-30 y M-40. La huelga comenzó ayer, cuando sí se cumplieron los servicios mínimos, y no terminará hasta mañana aunque los trabajadores podrían decidir hoy en Asamblea la continuidad, de forma indefinida, de los paros. Los sindicatos ya han anunciado que mañana tampoco cumplirán los servicios mínimos.
Portavoces de la empresa achacaron a la acción de los piquetes el cierre de las instalaciones. Desde las cinco de la mañana, cientos de sindicalistas se distribuyeron por las cabeceras de las líneas para impedir el acceso a los empleados que sí querían respetar los servicios mínimos.
El origen del conflicto es la decisión de la Comunidad de Madrid de extender la rebaja de sueldos en un 5% de media de los funcionarios a las empresas públicas. En el caso de Metro, la reducción de sueldo oscilaría entre ese 5% y el 2,15% tras una modificación del decreto aprobada ayer.
Debate en la calle
El incumplimiento de los servicios mínimos ha generado un fuerte debate entre los políticos, no sólo madrileños. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha afirmado que los sindicatos de Metro tienen la "obligación de respetar los servicios mínimos" fijados en el paro del suburbano y les ha dicho que como trabajadores del transporte público no pueden "chantajear" a los madrileños. Por su parte, el consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, ha ordenado la apertura de expediente a todos los trabajadores de Metro que haya incumplido los servicios mínimos. Las respuesta de los sindicatos CC.OO y UGT de Madrid ha sido responsabilizar al Gobierno regional de la huelga de Metro y respaldar la decisión de los trabajadores de incumplir los servicios mínimos. Las centrales consideran abusivos esos servicios del cincuenta por ciento y los van a recurrir ante los tribunales. Además, han acusado al Ejecutivo de Esperanza Aguirre de vulnerar las leyes al tratar de imponer modificaciones salariales en un convenio colectivo "negociado y pactado" como el de Metro.
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