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El poder no lo iba a cambiar

SE mire como se mire, la turborreconversión de Zapatero a la doctrina del ajuste no viene a ser otra cosa que la confesión de un palmario fracaso en el que la apelación al patriotismo resulta la coartada de la permanencia en el cargo. Cuando un ... político fracasa en la aplicación de sus principios se retira por dignidad y por coherencia, como han hecho antes otros desde Salmerón a Suárez, salvo que tanto la dignidad como los principios estén supeditados a la ratio suprema del poder y el liderazgo. A Zapatero le han impuesto desde fuera una política en la que decía no creer con una reiteración terca e insoslayable, de modo que si se aviene a aplicarla se traiciona a sí mismo o traiciona a los que creyeron en él, o las dos cosas. Aceptar un giro tan radical de su discurso sin una mínima autocrítica de sus errores pasados no demuestra una actitud patriótica sino un apego pragmático al poder y una cínica sumisión a la razón de Estado.

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