«Sólo un 21% de empresas creará empleo en 2010»

—Un 95 por ciento lo son, por lo que tienen un importante peso en la economía regional, dado que generan el 70% del PIB de Castilla y León y emplean al 80% de la población en el sector privado. Se diferencian del resto por su apuesta por el largo plazo y la agilidad en la toma de decisiones. Estos dos rasgos nos están permitiendo afrontar la situación actual pensando en el mañana. No obstante, es evidente que esta situación nos está afectando y son muchas las empresas que están viviendo unas circunstancias difíciles. El compromiso de las familias con un proyecto empresarial implica que no se abandona fácilmente. Además, el 60 por ciento de nuestros asociados están en el exterior y la mayoría tienen proyectos de I+D. Son dos ventajas importantes ya que, hoy más que nunca, ante la demanda de la caída interna, la internacionalización es una vía que debemos trabajar. La innovación es otro aspecto básico en la competitividad.

—Seguir trabajando para potenciar la formación dirigida a los directivos y miembros de las empresas familiares, encaminada a incrementar la profesionalización en la gestión, así como el interés por cualificar a las jóvenes generaciones. En el ámbito educativo, adaptar nuestras cátedras de empresa familiar al Modelo de Bolonia. Por último, seguir fomentando el espíritu empresarial.

—Ya hemos presentado a nuestros gobernantes diversos documentos de medidas en esta línea y seguiremos elaborando iniciativas, abarcando aspectos como la productividad, la financiación o el mercado laboral. Reconocemos el interés que las administraciones han mostrado hacia ellas, pero también hay que decir que si bien se han adoptado alrededor del 30 por ciento de nuestras propuestas, ello no es suficiente y es preciso una mayor agilidad. Por otro lado, llevamos dos años realizando nuestro deberes: gastando menos y trabajando más y mejor. Ésta es nuestra simple receta. ¿Cómo hacerlo? Con ilusión y con una apuesta clara por la internacionalización y la I+D+i

—El principal objetivo de nuestras empresas es continuar generando riqueza, lo que significa a su vez, creación de puestos de trabajo. Sin embargo, según una encuesta que realizamos entre los asociados, sólo un 21 por ciento generará empleo en 2010. Me quedo con lo positivo de este dato: en Castilla y León tenemos empresas familiares ejemplares que siguen creciendo. Hasta que no tomemos las medidas estructurales necesarias será imposible salir de esta situación.

—Demandamos es más acción y sobre todo consenso en medidas de peso. Además, rapidez. Es preciso trabajar y gastar menos, algo que en el ámbito privado llevamos haciendo desde hace dos años. Agradecemos todos los esfuerzos que están realizando nuestros gobernantes para paliar, pero también es cierto que la situación no está mejorando, por lo que es necesario adoptar medidas más contundentes que afecten a todos aquellos aspectos que puedan hacernos salir de esta crisis, como son la reforma del mercado laboral o la mejora de la liquidez de las empresas, entre otras, que permitirán volver a crear empleo. Las medidas de recorte del gasto público son necesarias pero no suficientes. Echamos de menos acciones encaminadas a mejorar la productividad.

—Lo que necesitan nuestras compañías, sobre todo las de un tamaño medio o grande, es capacidad de financiación. Veremos si con este mapa que se está fraguando lo podemos conseguir. Ya el día de mi nombramiento al frente de EFCL dije que había muchos proyectos empresariales que no estaban obteniendo la financiación adecuada y es algo que lamentablemente se sigue produciendo, con graves consecuencias no sólo para las empresas, sino también para el empleo que de ellas se puede derivar. Por este motivo, una de nuestros principales objetivos es hacer ver a las entidades financieras, y no sólo a las regionales, la necesidad de que fluya esa financiación, porque es algo de lo que se va a beneficiar toda la sociedad. En el último documento de propuestas que presentamos en noviembre pasado lanzamos la iniciativa de que las entidades financieras tuvieran en cuenta los protocolos familiares que regulan el relevo generacional en las empresas como una garantía más para avalar la financiación.