Seúl tomará medidas «firmes» contra Corea del Norte por hundir uno de sus buques

Con la ayuda de especialistas de la Armada de Estados Unidos, el gobierno de Seúl ha llegado a la conclusión de que su corbeta "Cheonan" de 1.200 toneladas fue hundida el pasado 26 de marzo por un torpedo CHT-02D lanzado por un submarino de Corea del Norte. Incidente que causó la muerte de 46 militares y que amenaza con aumentar todavía más la tensión en la península coreana.

La comunidad internacional, con la excepción de China, se ha unido en condenar la agresión atribuida al régimen estalinista de Pyongyang. La Administración Obama ha destacado la existencia de pruebas incuestionables. Según la Casa Blanca, "ese acto de agresión es un ejemplo más del inaceptable comportamiento" del régimen encabezado por Kim Jong Il. A juicio de Washington, Corea del Norte debe entender que su beligerancia denota "debilidad, no fortaleza".

El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, se ha comprometido a una respuesta firme, incluido el cese de la ayuda económica destinada a los hostiles vecinos del Norte. El gobierno de Seúl, donde la semana que viene se espera a Hillary Clinton, también ha indicado el despliegue de refuerzos navales y sensores dentro de la disputada frontera marítima donde ocurrió el hundimiento de la corbeta "Cheonan". Y también se espera que el caso sea referido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

La primera reacción de Corea del Norte ha sido rechazar las acusaciones sobre implicación, con insistencia en enviar su propio equipo de especialistas para determinar lo ocurrido a pesar de la existencia de una serie de comprometedores restos materiales. Además, Pyongyang ha vuelto a amenazar con el uso de la fuerza en caso de ser sometido a represalias económicas. Como consecuencia inmediata, se espera que este nuevo pulso retrase la reanudación de las negociaciones multilaterales para lograr el desarme nuclear del régimen de Pyongyang. Tortuoso proceso diplomático bloqueado desde finales del 2008