Toque de queda en Bangkok
El vandalismo toma la capital tailandesa tras rendirse los líderes de los «camisas rojas». Tres opositores y un periodista italiano mueren durante el asalto del Ejército en la fortaleza de los contrarios al primer ministro
Tras el fin del ultimátum, el gobierno tailandés ha pasado a la acción. Esta pasada madrugada el ejército ha entrado en la fortaleza de los «camisas rojas», situado en el corazón del principal distrito comercial de Bangkok, Silom Road. Tras horas de tensión los ... líderes de los opositores al primer ministro han anunciado su rendición para «evitar más muertos» sin embargo, son muchos los «camisas rojas» que no quieren abandonar la lucha y han pasado a la acción destrozando las calles del centro de la ciudad. El vandalismo ha tomado el centro financiero y las calles comerciales. Un grupo ha incendiado el edificio de la Bolsa de Bangkok y atacado el canal 3 de la televisión estatal, según han informaron hoy medios tailandeses y los locales de lujo como el de Louis Vuitton, cerrados desde el recrudecimento del conflicto, están sufriendo grandes destrozos. El Gobierno de Tailandia ha declarado el toque de queda. Las televisiones tailandesas sólo podrán emitir los programas que autorice el Gobierno.
Miles de «camisas rojas» han estado atrincherados en el parque de Lumpini desafíando a los militares con música y ambiente festivo , dispuestos a morir por defender su posición tanto es así que al menos tres opositores han muerto y los heridos suman más de 50. Los soldados por medio de megáfonos instaban a los manifestantes a salir de la zona. «Por favor salgan inmediatamente. Los oficiales van a llevar a cabo un operación» , decían los militares pero miles de «camisas rojas» se negaban a abandonar el lugar. Posteriormente, tras avanzar posiciones, el ejército rompía las barricadas de caña de bambú que cercaban la fortaleza. Mientras, los manifestantes comenzaron a quemar los neumáticos que formaban también parte de la barricada, lo que ha provocado la aparición de columnas de espeso humo negro frente a la Universidad de Chulalongkorn y la evacuación parcial de un hospital cercano. Tras un intenso tiroteo, los vehículos blindados penetraban en la fortaleza donde no sólo hay hombres sino también mujeres y niños. Al menos dos opositores murieron tras el asedio, además de un periodista italiano que se encontraba en la zona cubriendo la noticia. Los cadáveres de los dos opositores fueron hallados en la calle Rachadamri, situada dentro del recinto de los rebeldes, poco después del asalto con blindados del Ejército tailandés contra las barricadas que rodean el campamento. El gobierno había pedido a los «camisas rojas» que se rindieran y volver a las negociaciones.
Las disensiones surgidas entre los 24 cabecillas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, a raíz de las diferentes estrategias que unos y otros defienden para conseguir la disolución del Legislativo, han erosionado también la protesta. La renuncia de Veera Musikapong a continuar como uno de los líderes del frente antigubernamental fue suficiente para que sus leales recogieran sus bártulos y se marchasen a sus respectivas provincias, en medios de transporte facilitados por las autoridades.
Con la protesta en recesión, el frente aceptó la propuesta hecha por 64 miembros de la Cámara Alta, integrada 150 senadores, de mediar para acordar con el Gobierno un alto el fuego y pacificar la situación. No obstante, unas horas después el Gobierno criticó la oferta de los senadores e insistió en que las conversaciones se retomarán después de que los camisas rojas pongan fin a la protesta. "El gobierno dice que únicamente negociará cuando termine la protesta" , apuntó Satit Wongnongtaey, ministro adjunto a la jefatura del Ejecutivo.
Los líderes del frente propusieron el pasado domingo retomar las conversaciones a cambio de que el Ejército retirara a las tropas, cuya presencia en las calles desató la peor ola de violencia vivida en el país desde la matanza de manifestantes perpetrada por los soldados, en 1992, a raíz de las protestas para exigir el retorno de la democracia.
El Gobierno tailandés retiró la pasada semana su propuesta de celebrar elecciones en noviembre , cuando las negociaciones con los «camisas rojas» se estancaron y sus cabecillas dieron marcha atrás a su compromiso inicial de abandonar la protesta. Los recientes enfrentamientos entre manifestantes y soldados han causado además 266 heridos, pero desde que a mediados del pasado marzo comenzaron las protestas el total alcanza los 1.650. Desde entonces, al menos 66 personas han perdido la vida por disparos o explosiones de granadas u otros artefactos.
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