Javier Fernández - Lasquetty: «Los inmigrantes del efecto llamada de Zapatero son los que peor lo pasan»

-¿Qué enseñanzas se extraen de la muerte de Dalila y su hijo? -De los errores se aprende, y éste ha sido un error tan dramático que sin duda servirá para aumentar las precauciones. Madrid tiene una sanidad que está a primer nivel mundial. Lo que sería de un oportunismo feroz es que la izquierda política, sindical o mediática tratara de tomar este caso como excusa para su campaña de desprestigio del sistema sanitario madrileño.

-¿Teme que puedan generar resentimiento en la población inmigrante marroquí?

-Pienso que la mayor parte de los inmigrantes marroquíes no lo tomarán así. Entre otras cosas porque ellos mismos han conocido de primera mano lo buena que es la sanidad madrileña. Otra cosa son determinadas personas o entidades que pretendan hacerse pasar por portavoces de la población marroquí, sin tener ninguna legitimidad, y que quieran aprovechar irresponsablemente el fallecimiento de Dalila y su hijo.

- La Cañada Real es la cara menos «amable» de la inmigración, tras el acuerdo ¿qué mecanismos ha previsto para evitar conflictos en caso de desalojos?

-Lo positivo es ese principio de acuerdo que va al fondo del problema de la Cañada, que es de titularidad de suelos. En el desarrollo y despliegue que tenga esa solución consensuada, en materia de población inmigrante, la consejería estará preparada. Ahora mismo, a través de diversas asociaciones trabajamos allí. La Cañada no es un problema de inmigración; hay una parte de población inmigrante. No todos los pobladores son inmigrantes y no todos están en situación de exclusión.

-¿Cómo está afectando la crisis a los inmigrantes?

-Les está impactando. El paro de extranjeros en la Comunidad es del 20%, el doble que hace un año, aunque ocho puntos inferior a la media nacional. Esto significa que las medidas tomadas por la Comunidad han tenido efectos positivos sobre toda la población, incluida la inmigrante. Sin embargo, los que vinieron atraídos por el efecto llamada de Zapatero son los que peor lo están pasando ahora. Por algo decíamos desde el PP que las regularizaciones masivas no eran buenas, que provocaban un efecto llamada que atraían a personas que quedaban en situaciones de irregularidad. Y eso fue lo que pasó, a Madrid llegaron unos 300.000, los que peor lo están pasando porque durante el poco tiempo que trabajaron no cotizaron.

- ¿Funcionan los programas de retorno voluntario?

-Como pronosticamos, no. Zapatero lo anunció en su investidura como uno de los grandes éxitos que esperaba. La realidad es que sólo 4.000 personas en toda España (800 en Madrid) se han acogido a esa fórmula capitalizando el seguro de desempleo.

-Es uno de los consejeros con menos críticas, ¿está desaparecida la oposición?

-Hemos aprendido mucho de los errores que se han cometido en Europa en política de integración, que han conducido a sociedades fragmentadas. En Madrid se está demostrando que el modelo liberal de integración sí funciona. Se basa en dos ideas. La primera, no ver a los inmigrantes como colectivos, error socialista muy común, sino como personas. Cuando se ven como colectivos y se hace una política diferenciada es cuando se fragmenta la sociedad. La segunda, que esa convivencia se produzca bajo la premisa de que la ley es la misma para todos y que los principios constitucionales deben ser compartidos por todos. Aquí no puede haber ni discriminación ni ventajas por el hecho de ser inmigrante. Y eso está funcionando.