El PSOE salva por la mínima el primer escollo de los Presupuestos de 2010
Prohibido faltar a la votación del techo de gasto. El mensaje a los diputados socialistas fue taxativo. No cabía ni una excusa, ni siquiera por un viaje oficial. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no viajó a Nueva Zelanda con los Reyes para no perder su voto en un momento crucial. En su lugar, como ya publicó ABC, el Gobierno envió a la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, sin voto en el Parlamento. La orden dio resultado, pues no faltó nadie del Grupo Socialista a la hora de salvar el escollo previo al debate de los Presupuestos Generales del Estado del próximo otoño. El Pleno dio su visto bueno a los planes del Ejecutivo sobre el límite de gasto no financiero del Estado para 2010, por 173 votos a favor (PSOE, Coalición Canaria y UPN), 159 en contra (PP, PNV, ERC y UPyD) y 15 abstenciones (CiU, IU-ICV, BNG y Na-Bai). Faltaron cuatro diputados del PP.
En realidad, el resultado fue un espejismo, un voto de confianza de algunos grupos, como CiU e IU-ICV, a los planes presupuestarios del Gobierno, que al mismo tiempo critican con fuerza. Por mucho que Artur Mas asegurara que los nacionalistas catalanes no serían el salvavidas del Gobierno de Zapatero en la crisis, a la hora de la verdad, CiU siempre rescata al Ejecutivo del pozo. Eso sí, tras echarle la bronca oportuna por su política económica. Primero la crítica contundente, y luego una abstención que sabe a gloria al PSOE, como el enamorado que se conforma con una sonrisa de su preferida. Por ella traicionó el pacto fiscal que alcanzó el martes con IU-ICV. Entre el sexo duro y el atisbo de un romance, se quedó con éste.
«Tomamos nota», dijo un Joan Herrera (ICV) despechado. Pero la izquierda más izquierdista de la Cámara se deja querer, suspira y ayer también se abstuvo.
«Señales positivas»
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, insistió al inicio del debate en que en las últimas semanas se están apreciando «señales positivas», otra forma de decir «brotes verdes». «El deterioro de la economía mundial podría estar tocando fondo, de modo que en los próximos meses cabe esperar que continúe el declive de la actividad, pero a un ritmo que se irá moderando gradualmente». Ésa es la nueva previsión del Gobierno de Zapatero.
Para 2010, Salgado prometió que el Gobierno llevará a cabo una política de austeridad en el gasto público, menos en las partidas de gasto social y productivo. El límite de gasto no financiero en 2010 será de 182.439 millones de euros.
La amenaza de la subida de impuestos sigue en pie. Salgado prometió que el Gobierno aplicará una política fiscal «exigente, orientada a consolidar la recuperación económica y la sostenibilidad presupuestaria». Los planes de Zapatero tenían este precio.
Al portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, da un poco de miedo escucharle. Su descripción de la crisis es tan descarnada, deprimente y pesimista, con las políticas actuales, que por momentos el apocalipsis parece posarse sobre el Palacio de las Cortes.
«Lo que nos trae aquí es penuria, recesión económica, paro y subida de impuestos», espetó a la vicepresidenta. «Cuanto más gaste el Gobierno más van a subir los impuestos a la gente que trabaja, a los autónomos, a las empresas». Y remachó: «Ser progresista en esta Cámara es saber arruinar a la gente. Ustedes están arruinando al país y lo están haciendo para sucesivas generaciones si no somos capaces de rectificar y reorientar esta política económica».
Por el Grupo Catalán de CiU, Josep Sánchez Llibre practicó el difícil equilibrio de atacar el proyecto del Gobierno, y al mismo tiempo justificar su abstención. Calificó los datos de Salgado de «poco creíbles, porque no se presentan propuestas para poder reactivar la situación económica» y reprochó el «poco rigor» de los debates.
Pasividad del Gobierno
«El resultado de la gestión del Gobierno frente a la crisis ha sido de una pasividad tremenda, de una falta de reacción ante los problemas que ha dado como resultado un incremento de paro preocupante», señaló Sánchez Llibre. El diputado de CiU subrayó que su grupo va a estar radicalmente en contra de todas las subidas de impuestos que graven las rentas salariales medias y el tejido productivo español.
Había interés por escuchar a Joan Herrera, el diputado que presumió del giro fiscal del Gobierno y de la subida de impuestos a los ricos, y luego se quedó compuesto y sin novia. «El escenario es malo, muy malo. Eso nos tendría que llevar al no, pero finalmente vamos a abstenernos, como un mensaje, para decirles que si quieren, pueden hacer mayorías de izquierdas». Cosas de la política.
La alegría del Gobierno le va a durar poco. El martes, el acuerdo del techo de gasto llega al Pleno del Senado, que previsiblemente lo rechazará. Ahí el grupo mayoritario es el PP, y con el resultado trasladado del Congreso habría ganado la votación con holgura. El acuerdo se devolverá al Congreso, que podría convocar otro Pleno el día 8 para la aprobación definitiva con mayoría simple.
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