Satisfacción sanitariaLa oposición duda de los resultados de la encuesta del Sescam

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) informó ayer de que las encuestas a los 5.670 usuarios de distintos servicios sanitarios han sido grabadas y todas se han realizado por teléfono, al salir de los centros de salud o de los hospitales a pacientes o familiares, en caso de ser menores. Respondía así el servicio de salud regional a la petición realizada por la Federación Regional de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT), que solicitó por escrito la ficha técnica y los resultados pormenorizados de la encuesta de satisfacción presentada el miércoles por la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, y que califican de «cuestionable».

Según el Sescam, los datos que puntúan con notable alto el nivel de la sanidad de Castilla-La Mancha fueron elaborados por 40 profesionales sanitarios y entrevistando siempre a pacientes o familiares de áreas sanitarias distintas a la propia. El universo tomado como muestra son todas las tarjetas sanitarias de Castilla-La Mancha y se hicieron 405 encuestas por área integrada, lo que supone un total de 5.670, con un margen de error de un 5 por ciento. Por ello, tachó de «despropósito» que UGT cuestione la validez del trabajo, realizado por «empleados públicos, con recursos públicos, durante los meses de febrero y marzo de este año».

A esta polémica se refirió ayer el consejero portavoz del Gobierno regional, Leandro Esteban, que enfiló sus críticas hacia el secretario general del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page, al que tachó de «miserable político» y acusó de «querer que los ciudadanos de Castilla-La Mancha tengan una sanidad pésima». Y es que el también alcalde de Toledo dijo al conocer la encuesta que «Cospedal puede decir misa en arameo si quiere, pero se está cargando el sistema sanitario público e intentado hacer negocio con la salud de nuestra gente». Esteban añadió que García-Page «querría una sanidad en llamas en Castilla-La Mancha, en lugar de que tres de cada cuatro pacientes piensen que se les atiende de manera correcta y pronta».

Otro socialista muy crítico con la gestión sanitaria del Sescam fue la diputada Guadalupe Martín, que arremetió ayer contra «el cierre de camas hospitalarias y la reducción de plantillas en Atención Primaria que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha decretado para los meses de verano en la provincia de Toledo». Según dijo, se van a cerrar un total de 366 camas en los hospitales de la provincia toledana, lo que supone el 24,35% de las disponibles. De estas 366 camas, 204 pertenecen al área sanitaria de Toledo y las otras 162 a la de Talavera de la Reina. Martín afirmó que «la presidenta Cospedal, sin miramientos y sin escrúpulos, ha cerrado camas este verano en todos los hospitales que están abiertos en la provincia de Toledo».

Martín también pidió a la Junta que ponga los sustitutos que reclamen los equipos de Atención Primaria de la provincia para reducir la presión asistencial que tienen que soportar. Considera la diputada que si la situación económica mejora, donde primero se tiene que reflejar es en la cobertura de los sanitarios «porque los profesionales no pueden aguantar la presión asistencial que están viviendo todos los días». Martín afirmó que hay un problema de atención sanitaria en los hospitales y en Atención Primaria, «como han denunciado los sindicatos, el Colegio de Médicos de Toledo e incluso la propia Organización Médica Colegial de España».

Por su parte, el Sindicato de Enfermería Satse pidió al gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, Carlos Alberto Arenas, que se aborden con urgencia cambios en el sistema de visita médica y en la visita de familiares a los pacientes ingresados. La petición se realiza tras el estudio realizado entre 200 profesionales de diferentes centros sanitarios de la provincia y que refleja que el 43,6% de los profesionales de enfermería encuestados considera que el actual sistema de visita médica dificulta su trabajo,