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El reguero que el volcán de Toga trajo del mar: 86.000 botellas de plástico en las costas

Desde la erupción hace tres meses, la isla del Pacífico lucha con el problema de los desechos en los arenales

¿Pudo el volcán de Tonga enfriar el clima de la Tierra?

La potencia de la erupción de Tonga fue más de 100 veces superior a la bomba atómica de Hiroshima

En Perú, el oleaje intenso provocó el derrame de un petrolero y miles de pescadores llevan tres meses sin poder faenar AFP

ABC

Tres meses después de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunda Ha'apai de 2022, el reguero que deja en el mar y la isla es indescriptible, denuncian las organizaciones ecologistas. Tonga digue luchando con el problema de los desechos y se han recolectado hasta 86.000 botellas de agua de plástico en las inmediaciones de la isla y las orillas de los arenales.

De forma irónica, la prensa local informa de que durante este tiempo la región del Pacífico afectada ha recibido más de 200 contenedores marítimos de suministros de ayuda, incluyendo ese océano de plástico inmenso y nocivo para sus costas.

La erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai de 2022 se inició el 20 de diciembre de 2021 y tuvo un importante evento explosivo el 15 de enero en el océano Pacífico. Como consecuencia de la erupción de este volcán submarino, se produjo un tsunami que afectó la as costas de las islas de dicho país y de Fiyi, y se alertó de tsunami en Samoa, Nueva Zelanda, Australia, la península de Baja California en México, las islas Kuriles en Rusia, la costa oeste de Estados Unidos, Japón, Perú , Ecuador o Chile. Precisamente en Perú los pescadores denuncian que llevan tres meses sin poder faenar por dos factores concatenados. Uno, los efectos que dejó el volcán de Tonga, y segundo e indirectamente vinculado a lo anterior, el derrame de unos 12.000 barriles de crudo en aguas de Perú. El derrame del 15 de enero ocurrió mientras el buque tanque 'Mare Doricum' descargaba crudo en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, propiedad de la petrolera española Repsol, que atribuyó el siniestro al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga, al otro lado del océano Pacífico. El Gobierno peruano no tardó en tacharlo de «desastre ecológico».

Desde entonces, miles de pescadores vieron afectados sus ingresos y se ven impedidos a realizar sus faenas cotidianas de pesca por la contaminación en la zona. «Nosotros no pensábamos pasar una Semana Santa tan triste, porque la gente come pescado en estas fechas» [siguiendo la tradición católica], dijo a la AFP Anthony Chumpitaz, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de la playa Cavero en Ventanilla.

El Gobierno peruano calcula que por el vertido de crudo resultaron afectados al menos 5.000 pescadores y comerciantes de los distritos de Ancón, Santa Rosa y Ventanilla en la provincia de Lima, y los distritos de Aucallama y Chancay en la vecina provincia de Huaral. La empresa española asegura que hasta el 27 de marzo había limpiado ya un 95,7% de la zona costera y marítima contaminada.

Cabe recordar que en Tonga, la alerta por tsunami declarada horas antes produjo una evacuación masiva de los habitantes hacia las zonas más elevadas del territorio, que evitó así mayores pérdidas humanas. El evento es la mayor erupción volcánica del siglo XXI hasta la fecha .

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