Una 'jartá' de calor y mucha sed: del 'Yo soy gitano' a la 'Cruzcampo' de Camarón de la Isla

Roberto Arrocha

SEVILLA

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23/01/2024
Actualizado a las 17:14h.

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Ni siquiera la belleza de un espacio tan mágico como es el interior de la Casa Guardiola le quitó un ápice de protagonismo a la leyenda Camarón de la Isla. Todo en el acto de presentación de la nueva campaña de Cruzcampo, 'Con mucho acento', fue Camarón, magia, una energía extraña y muchos pliegos de emoción al ver a su mujer, Dolores Montoya, 'La Chispa', escuchando de nuevo la voz «auténtica» del más grande. «Aquí no hay inteligencia de esa; es la voz de Camarón», dijo a los presentes, pasando Tomatito a contar los pormenores de una historia peculiar y cargada de nostalgia: «Menos mal que hay quien guarda las cosas. Esta pieza es de Camarón, auténtico, de hace 34 años. Estábamos grabando el disco de 'Soy Gitano' y paramos un ratito. Antes todo era muy auténtico, como un directo. No había autotune de esos. Estaba también Diego Carrasco. Teníamos sed, y siempre pedíamos una Cruzcampo. Grabamos eso. Así. De la Cruzcampo yo no me quito, de la Cruzcampo yo no me aparto».

Como si volviera aparecer Camarón, entrando poco a poco en el salón con su voz desgarrada, y con los silencios escondidos, 'La Chispa' le puso más ardiente al relato. «La grabación fue inolvidable. Hacía un calor inmenso. Después tenían unas cervecitas. Luego venía la frase: 'De los dineros que gano, en la Cruzcampo me lo gasto'», narró ante las risas de los presentes, incluido su hijo, Luis, emocionado: «Yo tenía 10 años. Para mí es muy especial, una cosa muy fuerte», dijo mientras miraba a su madre, con mirada clavada al suelo, y fuerza para lo que venga: «El acento se nace. No se hace. Camarón es auténtico. Lo llevaba dentro, y nunca se ha ido». Más aplausos y más emoción, incluidos los del resto del equipazo que creó la nueva campaña de Cruzcampo. Desde Derby Motoreta's Burrito Kachimba, un grupo de rock andaluz con influencias de todo tipo, a la bailaora y actriz Carmen Avilés, pasando por el diseñador jiennense Leandro Cano y terminando en las muñecas Marín de Ernesto. Nunca tantos estilos combinaron tanto.

De Lola Flores, y sus hipnóticas palabras 'Por el acento, no lo pierdas nunca, es tu tesoro', esas que se te clavan en el subconsciente, a los zarpazos con guitarras eléctricas, y el estilazo de Carmen para correr con un traje de casi 30 kilos, Cruzcampo volvió a romper con cualquier límite. Contó Ernesto el día que se enteró de que las muñecas que creo su padre iban a tener un protagonismo muy especial: «La fábrica tuvo que cerrar, pero, sin embargo, la muñeca sigue viva. Es todo muy emocionante», indicó. Después le tocó el turno a Carmen. «No olvidaré cuando el director me dijo que sólo con la mirada tenía que sentir que estaba Camarón con nosotros», dijo, una reflexión unida a la de Leandro, diseñador del traje: «Sí, la inspiración siempre fue Camarón». Camarón, mil veces, una y otra vez. De Camarón yo no me quito, de Camarón yo no me aparto».