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Asocian los ultraprocesados con problemas de memoria y un mayor riesgo de ictus

El grado de procesamiento de los alimentos juega un papel importante en la salud general del cerebro

Un megaestudio encuentra más de 30 efectos nocivos de los alimentos ultraprocesados

Estante de alimentos ultraprocesados ARCHIVO
R. Ibarra

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La guerra contra los alimentos ultraprocesados tiene un nueva frente: las enfermedades neurológicas. Un estudio que se publica en 'Neurology' señala que las personas que comen más alimentos ultraprocesados como refrescos, patatas fritas y galletas pueden tener un mayor riesgo de tener problemas de memoria y pensamiento y de sufrir un ictus que aquellos que comen menos alimentos procesados.

Ahora bien, el estudio no demuestra que comer alimentos ultraprocesados provoque problemas de memoria y pensamiento ni accidentes cerebrovasculares. Sólo muestra una asociación.

Se considera comida procesada a los productos horneados y refrescos envasados, cereales azucarados y los productos listos para comer o calentar que son sometidos a múltiples procesos industriales y, a menudo, contienen colorantes, emulsionantes, saborizantes y otros aditivos. Además, estos alimentos tienden a tener un alto contenido de azúcar, grasa y/o sal añadidos, pero son pobres en vitaminas y fibra.

Desafortunadamente, este tipo de alimentación pueden representar hasta el 58% de la ingesta energética diaria total en algunos países de ingresos altos y han aumentado rápidamente en muchas naciones de ingresos bajos y medianos en las últimas décadas.

Los alimentos no procesados o mínimamente procesados incluyen carnes como cortes simples de carne de res, cerdo y pollo, y verduras y frutas.

«Si bien una dieta saludable es importante para mantener la salud del cerebro a medida que se cumple años, las opciones dietéticas más importantes para el cerebro aún no están claras», explica el autor del estudio W. Taylor Kimberly, del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.).

Y en este estudio, comenta, «encontramos que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asociaba con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y deterioro cognitivo, y la asociación entre los alimentos ultraprocesados y el accidente cerebrovascular fue mayor entre los participantes negros».

El estudio ha analizado a 30.239 personas de 45 años o más que se identificaron como blancas o negras. Los voluntarios fueron seguidos una media de once años durante los cuales informaron sobre su hábitos alimenticio.

Los investigadores determinaron la cantidad de alimentos ultraprocesados que ingerían las personas calculando los gramos por día y comparándolos con los gramos por día de otros alimentos para crear un porcentaje de su dieta diaria. Ese porcentaje se calculó en cuatro grupos, que van desde los alimentos menos procesados hasta los más procesados.

Problemas cognitivos

Del total de participantes, los investigadores examinaron a 14.175 por deterioro cognitivo y a 20.243 por accidente cerebrovascular. Ambos grupos no tenían antecedentes de deterioro cognitivo o accidente cerebrovascular.

Al final del estudio, a 768 personas se les diagnosticó deterioro cognitivo y 1.108 personas sufrieron un derrame cerebral.

En el primer grupo, los científicos observaron que las personas que desarrollaron problemas de memoria y pensamiento el 25,8% de su dieta estaba basada en alimentos ultraprocesados, en comparación con el 24,6% de aquellos que no desarrollaron problemas cognitivos.

Después de ajustar por edad, sexo, presión arterial alta y otros factores que podrían afectar el riesgo de demencia, encontraron que un aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados consumidos se asociaba con un riesgo 16% mayor de deterioro cognitivo.

También descubrieron que comer más alimentos sin procesar o mínimamente procesados estaba relacionado con un 12% menos de riesgo de deterioro cognitivo.

Para aquellos en el grupo de accidente cerebrovascular, aquellas sufrieron un ictus durante el estudio el 25,4% de su dieta estaba basada en alimentos ultraprocesados, en comparación con el 25,1% de aquellos que no sufrieron un accidente cerebrovascular.

Después de los ajustes, los investigadores encontraron que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se relacionó con un aumento del 8% en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, mientras que una mayor ingesta de alimentos no procesados o mínimamente procesados se relacionó con una disminución del 9% en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

«Nuestros hallazgos muestran que el grado de procesamiento de los alimentos juega un papel importante en la salud general del cerebro -señala Kimberly-. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos resultados y comprender mejor qué alimentos o componentes de procesamiento contribuyen más a estos efectos».

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