El teatro catalán despide a Anna Lizaran con una emotivo ceremonia

La Generalitat ya se ha puesto en contacto con el Teatre Lliure y el Teatre Nacional de Cataluña para llevar a cabo un acto de homenaje a la actriz

El teatro catalán despide a Anna Lizaran con una emotivo ceremonia d. ruano

maría güell

El tanatorio de Les Corts se transformó este lunes en un teatro, pero no en un teatro cualquiera, sino en el Lliure de Gràcia; palabras mayores para los amantes del teatro catalán. La transformación no implicó escenografías de lujo ni focos de alto voltaje, sino el espíritu de La Lizaran, fallecida el pasado sábado a los 68 años, que inundó la capilla con su vivo recuerdo.

La periodista Elisenda Roca fue la maestra de una ceremonia emotiva, respetuosa e inolvidable a la que no faltaron actores como Rosa Maria Sardà, Pere Arquillué, Lluís Homar, o Joan MariaPou y directores como Àlex Rigola, Oriol Broggi y Xavier Albertí. La sala colgó el cartel de no hay entradas —al igual que ocurrió con muchas de las obras que interpretó Anna Lizarán, sin ir más lejos «Agost» que fue su última aventura escénica— y el público disfrutó entre risas y llantos los últimos minutos con una de las grandes de la escena.

Las autoridades —con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el conseller de Cultura, Ferran Mascarell;y el ex presidente catalán, Pasqual Maragall, a la cabeza— escucharon la fuerza que tiene la cultura cuando está unida por una buena causa. Y el resto de gente, una gran familia de actores, directores, productores y amigos de Anna, arroparon las palabras de elogio hacia la inmensa intérprete que nos ha dejado a los 68 años. «Anna era acogedora, trabajadora, responsable, culé hasta la médula, tozuda porque no quería irse…», recordaba Elisenda Roca.

La noche antes de un estreno...

La música que interpretaron sus dos sobrinas al violín y al chelo y la voz delicada de Marina Rosell tocaron la fibra de todos los asistentes. Y su primo Josep Lluís Merlos recordó sin complejos los celos que sentía hacia la actriz «porque mi padre siempre admiró a mi prima y yo, que soy hijo único, quería todos los cuidados para mí». También reconoció que «la noche antes de un estreno de la Lizaran para la familia era como la noche de Reyes, todos estábamos muy nerviosos».

El conseller de Cultura, por su parte, confirmó que la Generalitat ya se ha puesto en contacto con el Teatre Lliure y el Teatre Nacional de Cataluña para llevar a cabo un acto de homenaje que «todavía no se sabe si será dar su nombre a alguna sala teatral o será otra cosa». Las últimas palabras fueron las del director del Teatre Nacional de Catalunya, Sergi Belbel, quien, con lágrimas en los ojos, reconoció abiertamente que «siempre has sido la mejor en todo; has hecho historia». Y bromeó: «nadie como tú sabrá decir nunca la palabra merda». Belbel era precisamente el director de «La Bête», la obra que Lizaran estaba ensayando cuando cayó enferma y en la que le tuvo que sustituir el actor JordiBosch.

El último adiós, al son de Lluís Llach, fue un álbum de imágenes y vídeos con sus mejores momentos escénicos que el público respondió con un concierto de aplausos que siempre quedará en memoria de quienes tuvieron la suerte de acudir a esta ceremonia. ¡Bravo Anna!

El teatro catalán despide a Anna Lizaran con una emotivo ceremonia

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