Las «pausas tácticas» de Israel resultan inútiles para repartir ayuda por el caos e inseguridad en Gaza

El Ejército publica cada día imágenes de camiones cruzando a Gaza y acusa a las agencias de Naciones Unidas de no hacer su trabajo. «En el lado gazatí del cruce de Kerem Shalom hay cientos de palés de ayuda esperando su recogida y distribución por parte de las agencias de ayuda », señaló el mayor Ghassan Alian en un comunicado. El Canal 12 de la televisión israelí reveló que el martes se produjo una tensa reunión entre el ministro de Exteriores, Israel Katz, y la coordinadora de Asuntos Humanitarios y de Reconstrucción de la ONU, Sigrid Kaag. La responsable del organismo internacional confesó a Katz que el caos y el crimen se están extendiendo en Gaza y que, si la situación no cambia, pronto la ONU no podrá seguir operando en la Franja e Israel se deberá hacer cargo de la gestión humanitaria.

Cada vez que la Policía gazatí ha intentado proteger algún convoy, Israel ha atacado a los agentes del orden porque los considera parte del aparato de seguridad de Hamás. Algo similar ocurre con el resto de trabajadores de las instituciones públicas y en las últimas horas un ataque israelí mató a cinco operarios del ayuntamiento de Gaza que trataban de reparar un pozo de agua.

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Benjamín Netanyahu no quiere ni a Hamás, ni a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza el día después al final de la guerra. El primer ministro concedió una entrevista al portal Punchbowl en el que habló muy por encima del futuro que planea para la Franja y afirmó que «creo que vamos a tener que llevar a cabo una desmilitarización sostenida, que sólo puede hacer Israel para evitar cualquier intento terrorista de resurgir». El primer ministro apuntó que «tiene que haber una administración que se encargue de la distribución de ayuda humanitaria y de la administración civil y eso tiene que hacerse con la cooperación con la asistencia de los países árabes», dijo sin entrar a detallar los nombres de los países que tiene en la cabeza.

La falta de un plan alternativo claro a Hamás se ha convertido en uno de los debates internos más intensos entre ejército y Netanyahu y el portavoz de los militares, Daniel Hagari, llegó a confesar esta semana que la idea de «destruir a Hamás, hacer que Hamás desaparezca, es simplemente engañar al público«. La presión no varía la estrategia del primer ministro, quien se resiste a ofrecer detalles y mantiene su apuesta por la presión máxima a los islamistas en el día a día con un bloqueo total por tierra, mar y aire.

A falta de un mes para su intervención ante el Congreso de Estados Unidos, el dirigente del Likud intentó también rebajar la tensión con Joe Biden a raíz de su polémico vídeo en el que criticaba la suspensión de un envío de un tipo de munición por parte de Washington. «Sentí que sacar a la luz el problema era absolutamente necesario» porque «es necesario ganar rápidamente la guerra en Gaza y evitar una guerra en el Líbano«, declaró el dirigente conservador. La opinión de Netanyahu es que el anuncio de una suspensión de envío de municiones es un mensaje que el enemigo puede interpretar como un signo de debilidad. La situación en la frontera norte se complica día a día y tanto Israel como Hizbolá han declarado su disposición a lanzar una guerra total.