La sangrienta fuga de los «Zetas»
La evasión y matanza en un penal de Monterrey se produjo con complicidad de las autoridades de la prisión
Un grupo de treinta integrantes del cártel de los «Zetas» se fugó del penal de Apodaca, cerca de Monterrey, mientras sus compañeros masacraban a 44 reclusos identificados como miembros del cártel del Golfo. Ambas bandas, aliadas hasta el año 2010, son ahora enemigas mortales, y entre las dos se disputan el control del narcotráfico y de otras actividades criminales en el noreste de México.
El Gobierno del estado de Nuevo León confirmaba ayer que la fuga contó «con la complicidad de autoridades del penal». Jorge Domene, portavoz de seguridad pública estatal, explicó que los hechos se desencadenaron durante un traslado de presos de un pabellón a otro. La fuga, según muestran las cámaras de seguridad de la cárcel, fue apoyada desde el exterior por un comando armado.
Nueve custodios confesaron haber participado en la evasión, con la anuencia del jefe de seguridad, Óscar Meneses. Los celadores facilitaron a los fugados el acceso a una torre del reclusorio para desde allí descolgarse al exterior, donde los aguardaban varios vehículos. Mientras, dentro de la cárcel, a unos 450 «Zetas» se les permitía pasar armados del dormitorio C al dormitorio D, donde se encontraban reos ligados al cártel del Golfo. La matanza, ejecutada con armas blancas, barras metálicas y piedras, se prolongó durante hora y media.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, anunciaba en rueda de prensa que hay una recompensa de diez millones de pesos (poco menos de 600.000 euros) a quien proporcione información que permita capturar a los prófugos, 25 de los cuales pertenecen al fuero federal (delitos vinculados con el narcotráfico, secuestro, etc.), y los otros cinco al fuero común.
Medina detalló que entre los fugados se encuentra Óscar Manuel Bernal Soriano, identificado como «La Araña» o «Spider», jefe de plaza de la organización criminal y a quien se le atribuye el asesinato de Juan Alberto Esparza, secretario de Seguridad Pública del municipio de García, en el área metropolitana de Monterrey.
También habrían escapado Juan Cristóbal Flores Alcorta, «el Golón», quien controlaba el norte de Nuevo León y parte del estado de Coahuila; Francisco Javier Puente Macías, «el Choco», a quien la Policía Federal identifica como coordinador de sicarios del cártel, y Rogelio Chacha Quintanilla, «el Yeyo», presunto líder en la localidad de Guadalupe, una de las más violentas de todo el país.
Además del jefe de seguridad y 18 vigilantes, han sido destituidos de sus cargos el comisario general de la Agencia de Administración Penitenciaria y el director y el subdirector del penal, quienes se encuentran bajo investigación.
Traición y vergüenza
«Para nosotros es duro confirmar que la traición, la corrupción y la complicidad de algunos pueden entorpecer el trabajo y la entrega de los buenos policías, militares y marinos que a diario arriesgan su vida por la seguridad de los nuevoleoneses», se lamentó el mandatario estatal.
Incluso el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se ha interesado en este episodio para pedir que México abra una exhaustiva investigación que aclare este suceso.
Sin embargo, otro hecho similar volvía a producirse ayer en otro centro penitenciario regiomontano, el penal de Topo Chico, donde eran asesinados tres jóvenes (dos hombres y una mujer) que habían ingresado la víspera en el penal, acusados de secuestro.
El presidente Felipe Calderón reconoció que en Tamaulipas o Nuevo León «hacen crisis sus sistemas de reclusorios», por lo que se están construyendo nuevos centros penitenciarios. Pero los asesinatos en las cárceles mexicanas (600 muertos desde 2007) son tan frecuentes como las fugas (solo en Tamaulipas, 400 evadidos en poco más de un año). La más notable fue la de Joaquín «el Chapo» Guzmán, «capo» del cártel de Sinaloa y el mayor narcotraficante del mundo, quien escapó en enero de 2001 del penal de Puente Grande (Jalisco), supuestamente en un camión de la lavandería y escondido entre la ropa sucia.
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