«Abu Dahdah» niega que tuviera relación con uno de los implicados del 11-M
El presunto líder de una célula de Al Qaeda en España desarticulada tras el 11-S, Imad Eddin Barakat, "Abu Dahdah", negó hoy haber mantenido una relación personal con Jamal Zougam, uno de los supuestos autores materiales del 11-M, y estimó que no era un "musulmán practicante" porque le "veía con chicas".
Así lo aseguró, el sirio español "Abu Dahdah", quien negó haber participado en reuniones con algunos de los procesados en esta causa y afirmó que tanto la "Alianza Islámica" o los "Soldados de Alá", organizaciones supuestamente creadas por él para reclutar muyahidines, no existen y son "un invento" que ha visto en el sumario de este caso.
A preguntas del fiscal, Pedro Rubira, en el juicio que desde el viernes se sigue contra 24 presuntos miembros de la citada célula en una sala de la Audiencia Nacional habilitada en la Casa de Campo, "Abu Dahdah" explicó cual había sido su relación con Zougam, cuestión por la que ya fue interrogado por el juez Baltasar Garzón tras el 11-M.
Tal y como dijo entonces, "Abu Dahdah" recordó hoy que le conocía porque éste abrió una tienda de alimentación en la calle Tribulete de Madrid, y empezó a suministrarle mercancías, como calabacines o dátiles.
Sin embargo, la relación no pasó, según dijo hoy, de los saludos y sonrisas propias de verse en la misma zona y negó que hubiese habido visitas entre ellos y que Zougam le llamase en 2001 para decirle que había llegado de Marruecos.
"Creo que no era practicante porque le veía con chicas, y un musulmán practicante no se ve así", observó el procesado. "Abu Dahdah" reconoció que acudía con frecuencia a la mezquita de Estrecho y a la de la M-30 pero que no era cierto que se dedicara a introducir propaganda del grupo terrorista GIA.
Preguntado por una fotografía en la que aparece apuntando con una pistola a una diana y que le fue intervenida a raíz de su detención explicó que se la hizo su mujer en una galería de tiro que había en un restaurante en Alemania en 1988 o 1989, aunque dijo que la pistola no era suya sino de un amigo, cuyo nombre no quiso desvelar, y que a él no le "gusta disparar".
Sobre si conocía Chej Salah, quien supuestamente lideraba esta célula de Al Qaeda en España antes de que le tomara el relevo "Abu Dahdah", para quien el fiscal pide 62.512 años de cárcel, afirmó que lo veía en la mezquita de Estrecho, desde 1992 o el 94, que nunca tuvo reuniones con él y que no le dijo que se iba a Pakistán sino que se trasladaba a trabajar a Granada.
Señaló que posteriormente le llamó desde Pakistán y le pidió perdón por no haberle dicho la verdad y, aunque mantuvieron su amistad a través del teléfono, aseguró que no sabía si estuvo en Afganistán.
De Abu Qutada, quien tras permanecer varios años preso en Londres por su presunta relación con el 11-S se encuentra ahora en libertad vigilada, admitió conocerle y que entre 1995 y 2000 viajó "bastantes veces" a verle porque "es un clérigo sabio, conocido en el mundo musulmán y me gusta hablar con él".
Aunque no recordaba si le entregó dinero, explicó que éste publicó una revista, por lo que puede ser que se lo pidiera porque "es normal en la cultura musulmana pedir ayuda para hacer alguna cosa" y negó que se trate de un "radical" como aparece en la prensa.
"Abu Dahdah" también fue preguntado sobre el procesado huido Mustafá Setmarian, al que también se vincula con el grupo que trató de atentar contra la Audiencia Nacional, y dijo que lo conocía de verle en la mezquita y que sabía que se fue al Reino Unido.
"He sabido después que se fue a Pakistán, aunque no tengo ningún conocimiento sobre su vida y no sé si está relacionado con Osama Bin Laden", añadió.
"No he tenido reuniones con él y con otros procesados para hacer referencia a la yihad o leer el corán", insistió. El fiscal también le preguntó si entregó dinero al periodista Taysir Alony para que se lo llevara a Mohamed Bahaiah, supuesto correo de Bin Laden entre Europa y Afganistán, y aunque en un principio lo negó después recordó que podría existir "algo de eso" pero que la cantidad era mínima.
"Abu Dahdah" insistió en que cuando en sus conversaciones hablan de "chaval" o "jóvenes" al saludarse con fórmulas como "que tal chaval", o "has visto a los jóvenes" éstas carecen de un "sentido organizativo", porque es la forma de saludarnos y "no se puede traducir nuestra forma de hablar como una forma de delito". El interrogatorio a "Abu Dahdah" continuará esta tarde.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete