Suscribete a
ABC Premium

Washington

Para los publicitarios, Washington no es la capital de los Estados Unidos de América, es el nombre de una de las grandes figuras que ha dado esta profesión en el Mundo: Washington Olivetto. Este gran creativo brasileño es uno de los más premiados del mundo en los grandes festivales, 40 Leones ganados en el festival de Cannes hacen un montón a la entrada de la sala de juntas de su agencia, W/Brasil en Sao Paulo.

Washington fue secuestrado el pasado 11 de diciembre en Sao Paulo y aún no ha aparecido. Sus familiares han recibido su reloj y han pedido a la policía que no intervenga en el caso para intentar recuperarle ellos mismos negociando con los secuestradores. Durante este largo periplo, los que conocemos a Washington no hemos podido dejar de pensar en él, aislado, sin poder ejercer su libertad, esa que desprende en cada uno de sus actos. El secuestro es el más terrible de los crímenes por cobardía y empecinamiento, pero el secuestro en una persona de la extrema sensibilidad de Washington, es peor que el asesinato.

Lo imagino intentando hablar con sus secuestradores, persuadirles, comunicarse con ellos; raptarlo sólo tendría sentido para disfrutar de su compañía, es quizás la persona más conversadora y brillante con la que compartir horas de charla; posiblemente los malditos que lo retienen no saben siquiera quién es, no miden lo que han hecho; solamente que tiene dinero, que puede pagar.

Ojalá este trance no anule al hombre, al seductor, al ave fénix que es Washington. Ojalá esto termine pronto y Olivetto haya conseguido en el infierno mantener el equilibrio. El grito de «basta ya» sólo lo comprendes bien cuando el terror te toca de cerca, aunque esté a miles de kilómetros, en Brasil, es el mismo terror, el mismo absurdo de ETA o de Bin Laden, el daño que producen es incomparable con el beneficio que persiguen, ¡basta ya!

Cuando hace años Washington me explicaba en Sao Paulo qué debía hacer yo para evitar que me atracaran en Río, me di cuenta que él conocía el peligro al que se enfrentaba. Lamentablemente no ha podido evitarlo. Ahora sólo sueño que cuando este artículo salga impreso sepamos que Washinton ya ha sido liberado, incluso a costa de pagar el rescate para recuperarlo: es demasiado valioso.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación