José Luis Garci: «Soy defensor de rodar en decorados y del doblaje por encima del directo»

A José Luis Garci le afectó ayer la rica, por abundante, y variada oferta automovilística que nos ofrece Madrid en estos días pre navideños. Pese a su reconocida puntualidad, llegó el último a la rueda de Prensa que había convocado para que viéramos in sittu que terminaba su nueva película en el Recinto Ferial de la Casa de Campo. Podía haber hecho un «play-back» de «Su blanca paidez» y no habría necesitado pasar por «atrezzo». Tal era su cara cuando se encontró con cerca de 30 pares de ojos apuntando en su dirección. Pero la timidez del cineasta no le traicionó. Pudo con ella el respaldo de las buenas vibraciones que le enviaban los actores protagonistas, entre los que echamos de menos la presencia del gran Alfredeo Landa, que no pudo asistir por motivos familiares. Y eso que Garci llegaba con alegría de un aniversario: «hoy -por ayer- celebro las bodas de plata del rodaje de «Asignatura pendiente». Toda una carrera detrás de la cámara», diría luego.

«Historia de un beso», es la nueva película y una nueva historia de amor que nació a raíz de la premiada «You´re the one». Alfredo Landa, Ana Fernández, Carlos Hipólito, Agustín González, Beatriz Rico, Tina Sáinz y el niño Manuel Lozano son los protagonistas de una producción que Garci describe como «un filme sobre el amor en todas sus variantes, porque, como comenta uno de los personajes, el amor es el mejor lugar para vivir». Es una película desdoblada, con un argumento difícil, absolutamente coral, «pero se podría decir que gira en torno al personaje que interpreta Landa. Se han utilizado distintas maneras de fotografiar las dos épocas en las que se desarrolla. Unos años están dominados por el frío y otros serán una explosión de color. De tal forma que el espectador reconocerá perfectamente en qué momento de la acción está situado. Todo empieza en diciembre de 1949, en Cerralbos del Sella, un pequeño pueblo de Asturias, donde muere su vecino más importante, el escritor Blas Otamendi, personaje al que da vida Alfredo Landa. Tras el fallecimiento, su sobrino Julio (Carlos Hipólito) vuelve a Cerralbos al entierro. Con esta vuelta, el tiempo oculto se hace presente y, en insólita evocación, sobrino y tío vuelven a vivir los respectivos amores de un mágico verano de 1925».

Garci defiende el cine que realiza, «porque me gusta y me resulta fácil; películas con las que me muevo con mayor facilidad. Hago historias cercanas y de actores, porque para mí el cine es un buen guión y unos buenos actores. No utilizo el «combo» (monitor desde el que el director puede seguir las incidencias de una escena) y en esta ocasión tampoco he visto nada de lo que rodado. Quiero encontrarme con el trabjo en la mesa de montaje. También soy defensor de rodar en decorados y, si es necesario, del doblaje por encima del sonido directo. No hay que olvidar que el cine es mentira. Con el doblaje se puede llegar a reconstruir la misma emoción que con el sonido directo, ya que los actores no siempre están relajados cuando ruedan. Vengo de una generación acostumbrada al doblaje y en España se dobla muy bien. El cine es trabajo en equipo por encima de todo... No pretendo con esta película grandes metas comerciales, aunque me gustaría que la viera gente mayor y que se produjera el milagro de que también interesase a gente de entre 15 y 19 años».