PROHIBIDO
Se equivocaron los Buggles: finalmente el vídeo no mató a la estrella de la radio. Al contrario, en los primeros años ochenta contribuyó a disparar las ventas de los artistas que mejor supieron aprovechar la nueva herramienta. Los más tunos -Frankie Goes To Hollywood; en menor medida Duran Duran; luego Madonna- no tardaron en asimilar la vieja estrategia de la provocación para conseguir que sus clips fueran prohibidos por la televisión, británica o estadounidense, y alcanzar así mayor notoriedad internacional. Al mercado por el atajo del escándalo. Sólo cambia el soporte de una estrategia, más vieja que la lana, que ahora llega al negocio de las descargas telefónicas.
«¡Prohibido en TV! No lo podemos poner en la tele, pero tú sí lo puedes poner en tu móvil. El rap del pedo. ¿Quieres oír el auténtico pedorap?», y de seguido, unas sencillas instrucciones para bajarse la melodía ventosa que interpreta con tripas y ano un gorila que ha superado a los beatboxers en el disputado campo de la expresión corporal. El anuncio, publicado el pasado fin de semana en algunas revistas, confirma la vigencia de uno de los reclamos más seductores para los menores de edad -prohibido-, con el atractivo añadido de haberse producido en un medio, el televisivo, en el que todo parecía estar permitido. Que a estas alturas algo o alguien sea vetado en la tele tiene, de ser cierto, muchísimo mérito. Enhorabuena.
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