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Entrevista a Hierro: «Noto que la llamita se apaga»

Su voz llega más relajada que nunca. Son las cuatro de la tarde en Bolton y ya es noche cerrada. Llueve como casi siempre y las calles están desiertas. A pesar de todo, Hierro está tranquilo. Consume sus últimas semanas como futbolista. El hecho de no ser titular le empuja a la retirada.

- Y ahora se va al Rangers...

- Nada de nada. Se lo digo yo. Conmigo nadie ha hablado y como comprenderá con 36 años prefiero quedarme como estoy en el Bolton que levantar otra vez la casa y la familia para ir a Glasgow. El próximo colegio de mis hijos estará en Madrid.

- Es triste que a su edad, después de todo lo que usted ha sido, tenga que enterarse por un amigo que su club actual, el Bolton, ha puesto su nombre en internet para venderle.

- Pues sí, qué le voy a decir. No me sentó nada bien. Por no decir otra cosa.Sobre todo cuando a mediados de diciembre me reuní con el entrenador, que a la vez es el manager, y me dijo que estaba encantado conmigo e incluso públicamente había dicho que le maravillaba mi comportamiento y mi profesionalidad a pesar de lo poco que estaba jugando. Yo le dije aquel día que si no contaba conmigo que me lo dijera. Y me dijo todo lo contrario.

- ¿Y de lo de internet qué le ha dicho el tal Allardyce?

- Que él no lo había puesto... ¿Quién lo iba a poner si él es el manager? Hemos tenido un par de días libres y mañana o pasado espero hablar con él, pero ya es difícil que me mueva de aquí. Quedan tres meses de Liga y no voy a cambiar, prefiero seguir así antes que sacrificar todo. Han sido 16 años de tener todo en un segundo plano por el fútbol y ahora tengo otras preferencias.

- ¿Se arrepiente de haber fichado por el Bolton?

- Para nada. Mentiría si dijera que pensaba jugar más, pero este fútbol es apasionante, precioso. Estoy viviendo una experiencia maravillosa, aunque también tengo que decir que es un fútbol raro, rarete. Casi prefieren un córner a favor que una pared, para ellos un córner es una oportunidad de gol. Entre Liga y Copa he jugado siete partidos de titular y he entrado en los últimos minutos en casi todos los demás. Creo que podría jugar más porque me encuentro bien, pero lo mismo que no me he quejado en 16 años de titular, ahora tampoco pido explicaciones.

- Sus palabras saben a despedida.

- Noto que la llama del mechero se apaga poco a poco, el foco se desvanece. Tengo que pensar en el futuro, pero con tranquilidad. No me quiero precipitar y luego arrepentirme. Quiero seguir en el fútbol, pero no de entrenador. El banquillo, nunca. Me gustaría una escuela de chavales, enseñarles lo que he aprendido, ayudarles. Yo me he equivocado más que nadie y cuanto más te equivocas, más aprendes.

- ¿De tantas cosas se arrepiente?

- Me refería a equivocaciones dentro del campo... Fuera me arrepiento de no haber sido más egoísta, de no haber pensado más en mí. Siempre antepuse el colectivo. No miro mucho para atrás, pero cuando lo hago, lo pienso.Pero era y soy así, era el capitán, tenía un compromiso. Me hubiera gustado tener la frialdad de pensar primero en mí y luego en el resto.

- ¿Cuántas veces ha pensado que se equivocó aquella noche del Txistu después de ganar la Liga, cuando se enfrentó a Florentino Pérez y le costó el puesto?

- De eso no me arrepiento, pero es cierto que yo tenía dos años apalabrados. Es algo que tenía que pasar y pasó. Yo ese día intenté manifestar que había una serie de cosas que no funcionaban como tenían que funcionar.Fue un cúmulo de todo. Faltaba comunicación entre el club y los jugadores.

- Y no piensa que entonces se tenía que haber retirado, ni Qatar ni Inglaterra... No le ha salido bien.

- No. Entonces, hace dos años, tenía la ilusión y la fuerza que ahora quizá me falta. Necesitaba seguir sintiéndome jugador, no estaba ni física ni mentalmente preparado para dejar el fútbol. Ahora lo veo más cerca.

- ¿Y al Madrid actual cómo lo ve?

- ¿Y usted? Pues le voy a confesar que me acabo de jugar con un amigo que el Madrid va a ganar la Liga. No creo que el Barça aguante el ritmo de la primera vuelta. Hizo quince partidos al doscientos por cien y eso lo tiene que pagar. De hecho ya ha bajado. Y el Madrid tiene que mejorar, eso seguro, pero a Luxemburgo hay que darle un tiempo. Un mes o algo más. También cuando se hizo cargo García Remón el equipo reaccionó, incluso se habló de que era el nuevo Del Bosque, de tal y cual... y al final todos sabemos lo que ha pasado.

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