Zapatero, satisfecho con la Constitución
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió visiblemente satisfecho el viernes por la noche a Madrid por haber contribuido a la adopción de una Constitución continental en su primera cumbre de la Unión Europea (UE). "En mi primer Consejo, aprobar la primera Constitución de la UE es una profundísima emoción" y "supone una gran responsabilidad".
"Me he visto en una tarea apasionante", confesó Zapatero en conferencia de prensa. En su estreno en las cumbres de la UE después de haber tomado posesión de su cargo en abril, Zapatero vivió un "día histórico" porque además de que España ha "logrado las aspiraciones básicas" en la Carta Magna, subrayó que su país "ha dejado su huella" en el acuerdo y "gana gran capacidad de influencia".
Los españoles sabemos muy bien lo que representa aprobar una Constitución", apuntó, en referencia a la Carta de 1978 adoptada después de 36 años de la dictadura de Francisco Franco. Aunque no obtuvo todo lo que buscaba, el presidente del gobierno español se fue satisfecho de Bruselas por haber podido conseguir un sistema de votación por mayoría en el consejo de ministros muy parecido al que reclamaba y que le hará perder algo de poder frente al que le daba el último tratado, el de Niza de diciembre de 2000.
Frente al reclamo del anterior gobierno del conservador José María Aznar, que junto con Polonia no quería modificar el sistema actual, Zapatero aseguró no haber "oído hablar aquí a nadie de Niza". "En toda Europa sólo habla de Niza el Partido Popular" de Aznar. Pero esta pérdida "no es en ningún caso achacable a Zapatero. Ni con un gobierno de derechas ni con uno de izquierdas hubiese podido España mantener una cuota de poder que (. . . ) no se correspondía con la realidad", estima el diario español El Mundo.
Además, con esta reforma "se impide un directorio" de un grupo de países que ponga trabas a la toma de decisiones, celebró Zapatero, en referencia al hecho de que para bloquear decisiones deberán unirse al menos cuatro países, lo que evita que tres naciones grandes, como Francia, el Reino Unido y Alemania, puedan vetar una votación.
España también consigue la posibilidad de ganar "cuatro o cinco" escaños en el Parlamento Europeo, frente a los 10 que perdió en virtud del tratado de Niza. Además consigue que la Constitución no modifique el estatus de la colonia británica de Gibraltar, en el sur de España, el respeto de las lenguas cooficiales del país (gallego, catalán y vasco) y la creación de una agencia europea para luchar por la igualdad de género, añadió. Según el presidente, España trabajó intensamente en favor del sistema de votación por doble mayoría del 55% de países y el 65% de la población, que recogía el rechazo de los países con menor número de habitantes.
Pero antes del acuerdo final, se empleó en defender en varias ocasiones ante sus 24 homólogos la demanda española de mantener su peso en el sistema de votos, que equivale al 66% de la población, y la de obtener más europarlamentarios, indicaron fuentes del Consejo de la UE presentes en la cumbre. Por otra parte mantuvo "siempre un discurso muy europeo", añadieron, al defender que con la Constitución la UE se abre "una expectativa para fortalecer Europa en el mundo", que Europa "será un factor de estabilidad en el mundo" y asegurando que "el interés de Europa y el interés de España caminan paralelos", tras elogiar la solidaridad de la UE con España.
Tras la alta abstención registrada en la UE y en España en las elecciones europeas del pasado domingo, la mayor en la historia de la Unión, Zapatero espera que la Carta Magna "sirva para que el conjunto de la ciudadanía se sienta más cerca de la UE", y reiteró su apoyo a la celebración de un referéndum para ratificarla.
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