Operación Spanien, operación huida

Era el viaje perfecto. Un congreso de jóvenes periodistas europeos, un fin de semana primaveral y soleado en Berlín, un hotel céntrico y un vuelo que no costó más de 156 euros ida y vuelta. Cultura e historia en el corazón de Europa. Sin embargo, la noticia corrió como la pólvora: ¿aeropuertos cerrados? ¿una nube de cenizas en el cielo?? ¿un volcán??? ¿Islandia???? ¿Qué?????

De repente la operación "Domingo, Opera en Berlín" (El anillo del nibelungo) se convirtió en "Operación Spanien", o lo que es lo mismo, un día de primaveral y soleado de metro en metro, de puesto de información en puesto de información, de S-Bahn en S-Bahn (el cercanías berlinés). Al menos estoy en Berlín, todo muy civilizado y con colas definidas.

¿Opciones para aquéllos que nos enteramos de la cancelación del vuelo con destino a Madrid el domingo por la mañana?

1. Rezar para que de una vez los aviones puedan salir el miércoles , día que ofrece amablemente la compañía tras la cancelacion (nada de pagar el hotel, por supuesto). Para hoy la aerolínea ha cancelado todos sus vuelos desde Berlin.

2. Plan B (por aquéllo de llegar algún día "decente" en el puesto laboral): autobús desde Hannover hasta Madrid. Sólo hay el miércoles a las 7 de la mañana, llegando a Madrid el jueves a las 12 del mediodía aproximadamente. Total: unas 30 horas . Precio: 151 euros. Por supuesto hay que añadir el trayecto Berlín-Hannover (2 horas en un abarrotado tren, 55 euros). Lo compramos... por si las moscas.

Y es que lo de ayer fue toda una operación huida desde Berlín : matrimonios de Barcelona alquilando coches por 900 euros, grupos de turistas flentando autobuses, madrileños reservando plazas en el susodicho autobús, irlandeses que dicen "no way to get home", brasileños que no ven el día de volver, georgianos haciendo autostop... Y mucha paciencia . ¡El primer tren libre para París no sale hasta el miercoles! Opciones como Frankfurt, Milán o Génova también son desestimadas por los españoles en Berlín.

Vuelta al hotel. Allí nos encontramos los españolitos atrapados en Berlín. Con unas buenas cervezas que para eso estamos en Alemania. Al mal tiempo, buena cara. Y paciencia. Mucha paciencia.