Videojuego de altura
Las cortan por el mismo patrón. Unas veces se lucen más, como es la ocasión, y otras menos. Las películas de acción de los americanos te trituran la vista con dólares por doquier y espectáculo inenarrable que te entra por los ojos, quieras o no. Y sin embargo, esta «Amenaza invisible» cruje un poco. Ya vale con que te vistan a las máquinas de humanos, robots que parlotean y todo eso, pero ahora te ponen un avión que habla, que se mueve solo y que es medio rebelde, medio malo y medio bueno y claro, la historia se cae en el mismo nudo gordiano en el que está enlazada porque en su intento de seriedad la carcajada siempre está a punto de salir a escena.
Pero eso sí, si quieren ver una de efectos especiales, de acción trepidante y vuelos ruidosos hasta romperte los tímpanos, ésta es su peli porque en el aspecto técnico Cohen demuestra estar sobrado, tan sobrado como corto en cuanto a manejar situaciones que se salgan de llevar la película a dos mil por hora. Y es que esta «Amenaza invisible» es un videojuego de alto perfeccionamiento y poco más. De todas formas, en este punto hay que hacer un alto en el camino: está Jessica Biel, que son palabras muy, pero que muy mayores. Aparece ella y francamente, que ya da igual que haya historia, vivos, muertos, aviones o tanques, que aparezca Foxx (que no se sabe muy bien qué se le ha perdido en estos andurriales) o el guaperas de Lucas, porque uno pierde el oremus en cuanto la chica le da juego a la cámara. Y es que hay algunas a las que las deberían prohibir salir de casa pues alborotan a la humanidad entera...
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