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ABC Cultural

Pedro Páramo no iba a Comala, sino a Tuxcacuesco

ABC Juan Rulfo

CIUDAD DE MÉXICO. Pedro Páramo no vino a Comala, sino que se fue a Tuxcacuesco. Así se desprende de la presentación del cuadernillo que exhibe tres versiones preliminares de la célebre novela de Juan Rulfo, publicada hace ahora medio siglo. «Pedro Páramo» se llamaría también, en sus borradores previos, «Los desiertos de la Tierra», «Una estrella junto a la luna» y «Los murmullos».

Dentro de los actos conmemorativos del cincuentenario de la obra, ha sido puesto de largo, en el Palacio de Bellas Artes de la capital, el libro «La recepción inicial de Pedro Páramo», de Jorge Zepeda, calificado por Víctor Jiménez, presidente de la Fundación Juan Rulfo, como un estudio sin precedentes en México.

Cuadernos corregidos

Además, se dio a conocer el facsímil «Los murmullos antes de Pedro Páramo», que contiene tres fragmentos publicados antes del lanzamiento del libro y las cinco primeras cuartillas del original mecanografiado que Juan Rulfo entregó al Fondo de Cultura Económica para la primera edición de la novela, aparecida el 19 de marzo de 1955 en la colección Letras Mexicanas.

Antes de la edición íntegra del libro, Rulfo adelantó varios fragmentos en tres revistas: «Letras Patrias», en el primer trimestre de 1954; «Revista de la Universidad», en junio del mismo año, y «Dintel», en septiembre del 54. En las cuartillas que Rulfo tecleó en una máquina de escribir Remington pueden verse correcciones hechas a mano, modificaciones en la puntuación, sustituciones de palabras o la eliminación de frases enteras.

A partir de los originales de la obra, el estudio destaca el cambio de perspectiva de sus personajes hasta la versión final. En principio, la novela decía: «Fui a Tuxcacuesco», mientras que en la edición por todos conocida se lee: «Vine a Comala». «Hay testimonios que permiten reconstruir la impresión de Rulfo sobre cómo está elaborada su novela. Lo que hizo fue eliminar las digresiones, la paja, los elementos que impedían la verdadera comunicación entre el texto y el lector», explicó Zepeda.

El rigor en la depuración es la base de la construcción literaria de la obra, había reconocido el propio Rulfo en diversas conversaciones en torno a su novela, que no fue bien recibida por la crítica local en el momento de su lanzamiento. Hoy, traducido a más de cuarenta idiomas, es el clásico por excelencia de las letras mexicanas en la Literatura universal.

Clara Aparicio de Rulfo, que estuvo acompañada por tres de sus hijos, leyó durante el acto un fragmento inédito de la primera versión de «Pedro Páramo». Profundamente conmovida, la viuda del autor comentó que en esa obra «está contenida toda la Literatura».

Los homenajes a Rulfo en esta efeméride incluyen la edición de un sello de correos dedicado a su inmortal personaje. La estampilla está diseñada por Pablo Rulfo, hijo del escritor jalisciense, y en ella se reproduce la oración inicial del libro -«Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo»- y una imagen de fondo en la que se puede apreciar la mirada del autor.

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